Lo que la conciencia calla

Lo que la conciencia calla

Necesito saber,

lo que mi conciencia calla,

aquello que inunda mis rincones de tu ausencia.

 

Como leer entre las borrosas líneas de la memoria,

cárceles invisibles, donde se ocultan descripciones,

que golpean la imaginación, 

como red en matadero

no hay salida aunque me muera por verte.

 

Me  pongo a pensar con la vista en el vacío,

la niña, sigue taciturna como camaleón sin mimetismo,

necesito nombres que me anuden a tu vida,

busco entre mis dobleces, para adivinar la forma de tu cara.

 

Déjame pensar, eras imprescindible para mí,

miro por el ojo de la conciencia,

y veo que desde el otro lado alguien me observa,

sigo explorando, oigo la voz del silencio.

 

Te mostraré aquello que la conciencia calla,

aquello que en su corazón oculta:

“Soy un alma desolada,  no quisiera despertar,

cuantas veces he soñado, con la dicha de tenerte,

lo que contigo he sentido, jamás lo podré olvidar”

 

Lo que la conciencia calla, como una niebla me envuelve,

elevando mi soñar, un susurro me estimula, emerge vivo,

invitándome a abrir la casilla de tu nombre.

“Estoy atado a ella, como la flor a su aroma”

 

Descubro el surco de tu fragancia,

percibiendo con gozo, tu ardiente luz primaveral,

nada es casual, cada rincón de tu cuerpo,

es puro afecto, receptor de mis sentimientos.

 

Siento en mi pulso, tu viva claridad latente,

aunque me asuste lo efímero, me gusta

cuando compartes mis sueños,

sin volver la vista atrás.

Copyright © RTPI – 16/2023/3061

 

Tus olas calladas

Tus olas calladas

Mi alma en tu mar navega,

como salvadora estrella,

mientras tus olas calladas,

siembran de anhelo mi playa.

 

Y cuando agitas mis aguas,

todo mi ser se estremece,

entre ingrávidos silencios,

la primavera florece.

 

Hay tanta pasión en mis arterias,

tanta alegría en mi cielo,

que todo nuevo amanecer,

es presa de mis anhelos.

 

Aún siento, aquellas olas calladas,

que lograron sin saberlo,

que los labios de los sueños,

me besen, con extasiados recuerdos.

 

Aquellas íntimas caricias,

hoy se visten de alborada,

una tarde para amarte,

son latidos para el alma.

 

Un beso, ardiente pasión,

en el mar de tu regazo,

el sonido del amor,

floreciendo a cada paso.

 

Amarillean los silencios,

y florecen las espigas,

mientras tus olas calladas,

sobre la arena suspiran.

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Lloro

Lloro

Lloro a lágrima viva,

sin saber porque lloro,

lloro al abrir los ojos,

para festejar los años.

 

Lloro de pasión, soñando,

con navegar en tu vientre

detenerme en tu frente,

y besar el cielo celeste,

de tus pupilas de océano.

 

Cuantas lágrimas habré versado,

sin saber si los cocodrilos lloran,

o siempre están llorando.

 

Lloro de alegría,

me emociono al ver

como la lluvia llora,

esparciendo su fresco aroma.

 

Lloro porque tú no estás,

y ese agradable tormento,

me arrastra sin rumbo,

a transitar, buscando tu imagen

en mi oscuro desierto.

 

Llora mi sombra perdida,

entre la risa y el llanto,

llora y al verte llorar,

llora de felicidad,

 

Vuelve a sentir la ilusión

que germinó en mi desierto,

con tus semillas de amor.

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La cúspitde de la gloria

La cúspide de la gloria

El alma emerge de los rescoldos del cuerpo, precintando los recuerdos, que perturban el mañana.

Me dejo llevar por el viento y me elevo como una cometa, hasta la cúspide de la gloria.

¡Ay Señor!, que triste es la vida cuando nada nos queda, avanzo hacia el fuego soñado en que el alma espera.

La separación del propio yo, perturba mis sentidos, anida en mi interior la figura del espíritu, sin duda es un dolor muy grande pero necesito alcanzar como una flecha fugaz, la escalofriante eternidad.

Mi alma no llora, pero al no estar contigo, sus labios no sonríen igual.

He sido testigo de ese efímero amor de algunas almas, inconscientemente parecen dichosas.

Miro instintivamente hacia la puerta de mi espacio y veo un espíritu de mujer que entreabre su boca, suspira por mí, me recuerda a ti, el corazón se puso a latir con tal frenesí que me acerqué y la besé una y otra vez, y de pronto un grito callado, un largo estremecimiento y luego una paz amorosa que se expande por el cielo.

Sin duda es un consuelo saber que arriba las tentaciones existen y los riesgos también, un dorado misterio cuando las almas apagan sus destellos.

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Un misterio gozoso

Un misterio gozoso

El amor es un misterio gozoso,

un baile bullicioso,

al ritmo de tambores de locura,

sofocado, con llamas de urgencia,

 

Mis pensamientos respiran,

una dulce ansia por encontrarte,

en la pradera del dormitorio,

para convertir los deseos en gozos.

 

Cuando la noche cae en tus brazos,

mis palabras vestidas de deseos,

suspiran por encontrar tu ciega morada

para liberar el alma de su cárcel.

 

A la sombra de tu palmera,

perfecta de belleza,

las arterias de sudor, se desvanecen

y el oasis de mi sed se calma.

 

Esas lágrimas de perlas,

suspendidas, bajo tus ojos dichosos,

jubilosas nubes, que esparcen el gozoso viento,

para que milagrosamente se eternicen.

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Labios magenta

Labios magenta

¡Qué silencio, qué falta de alegría!

en esos labios magenta,

donde se adivina el dolor,

que fluye hacia mí, agitando sus penas.

 

Siento, como me envuelve su mirada,

y su fuego me abraza,

luego siento frescura en mi boca sedienta,

y mis labios sufren, el roce de su tristeza.

 

Un hechizo mágico,

ha teñido el cielo de magenta,

como sus labios no besados,

que con ansia se agitan

entre lenguas de fuego.

 

El ocaso con sus ríos de luz,

ha creado mares insospechados,

paraísos de constante cariño,

reducto de amor,

entre almas angustiadas,

y corazones fríos.

 

Eva encontró el paraíso,

y mis sueños se fueron a buscarla,

y su musa volvió a mí,

acariciándome el alma.

 

Vi que en sus labios magenta,

el fuego vestía de gala,

temblando por dar cariño,

al corazón que te habla.

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El crepúsculo soy yo

El crepúsculo soy yo

Ay, me duele el corazón.

sin razón,

de tanto como te quiero.

 

Tu cuerpo es como una nube de ensueño,

tan tierno,

que al crepúsculo se entrega.

 

Colmándolo de embeleso,

busco tus labios, tus besos,

que sofocan mis latidos.

 

Tu corazón es mi nido

un santuario escondido,

que todo dolor sosiega.

 

Y al crepúsculo se entrega,

preñándolo de ilusión,

con colores y destellos.

 

De claroscuros tan bellos,

que todo tu ser gravita,

en mi órbita infinita.

 

Y cuando a mi alma llegas,

siento que eres la estrella,

de mi vida anterior.

 

Soñando con nuevas rimas,

en la bóveda celeste,

todos mis versos se inclinan.

 

Para acoger a mí estrella,

oh, estrella del amor,

baja de las altas cimas.

 

A este mundo penitente,

aún no eres consciente,

que el crepúsculo soy yo.

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Mis besos

Mis besos

Mis besos llegarán con las olas,

hasta tu ensenada,

y allí se quedarán anclados, 

hasta beber de tus labios.

 

Eres tú el único placer,

que encandila a mi pensamiento,

y hasta tu cama vuela,

para aferrarse a tu carne rosa del atardecer.

 

Mis besos llegan en horas de entusiasmo,

hambrientos de amor,

para prenderse sin tregua,

a ti, porque tú eres mi poema.

 

Cuando el amor es el que te habla.

apago mis palabras

con todas las ansias de mi ser,

en tus anhelantes labios.

 

Mis besos dulces, mis besos frescos,

arderán en tus labios,

con auténtica locura,

hasta el filo de lo incierto.

 

Solo queda una certeza,

y es la locura de amarte,

un frágil delirio,

en este sombrío desierto.

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