sábado, 26 de septiembre de 2020

Lo que fui y ahora soy

Lo que fui y ahora soy

Lo que fui y ahora soy,

es lo que va de ayer a hoy,

mientras siga siendo así,

ese reflejo de mí,

que en la niebla rompe el llanto,

en la aurora encontró el blanco,

que en la vida perseguí.

 

A pesar del temporal,

cuando a la vida nací,

cansado de contar noches

se nubló parte de mí.

 

Voy flotando a la deriva,

por el azul del recuerdo,

grabado está en mi alma

el vacío de tu silencio

 

Lloro por no estar contigo,

todavía te siento dentro,

escalofrío que se ensancha,

entre las curvas del viento.

 

Lo que fui y ahora soy,

un embarazoso misterio,

pues dormir estoy temiendo,

que me desnuden los sueños.

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miércoles, 23 de septiembre de 2020

Desde el balcón de la luna

Desde el balcón de la luna

Desde el balcón de la luna,

veo la nada florecer,

la tierra es una laguna,

donde se mueren de sed.

 

La lluvia al viento desgarra,

y con todo el sentimiento,

el llanto de una guitarra,

se va rompiendo en lamentos.

 

Oigo crepitar la hoguera,

donde se esconden los huesos,

la voz de la primavera,

olvida los ecos muertos.

 

Desde el balcón de la luna,

vi amarillear mis sueños,

aquella noche,  pedí a la diosa fortuna,

que mostrara su cuerpo,

 

Mis ojos, mi corazón,

comienzan a sentir miedo,

un estallido de vida,

a la sombra de su fuego.

 

Oh, mi cuerpo se estremece,

a la caricia y el beso,

es la locura del goce,

sembrado entre mis versos.

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domingo, 20 de septiembre de 2020

Christiane Veuglels

Donde hay mar…

Donde hay mar hay sirenas,

son sueños de marineros,

para quitarse las penas,

cuando no tienen consuelo.

 

Cuando la noche florece,

en la soledad se escucha su canción

su sombra rejuvenece,

en el lecho del amor.

 

La tempestad me acorrala,

al sentir que ella suspira,

del silencio son sus alas

y del cielo sus pupilas.

 

¡Marineros despertad!, las sirenas son criaturas,

misteriosas, de belleza sin igual,

enmascaran sus figuras,

para poderlas soñar.

 

Marineros, escuchad con devoción,

los cantos de sirenas,

son las diosas del amor,

las que os quitan las penas!

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jueves, 17 de septiembre de 2020

El león alado

El león alado

Un león alado,

irradia poder,

divino y humano,

en un solo ser.

 

Su pose intimida,

mis ojos se endulzan,

con la sensual imagen,

¿Qué truco estará usando para no envejecer?

 

Es triste y humillante,

estar expuesto,

a la representación perpetua,

de la propia intimidad.

 

Le increpo y permanece inmóvil,

me mira con ojos violentos,

como si recordara un castigo antiguo,

se siente presa fácil.

 

Saltan a mis pupilas,

los recuerdos de la tierra donde él cazaba,

y el espectro nostálgico de la amada,

tras un combate fiero.

 

Leo que su figura inerte,

vuela como estrella libre,

en noches clandestinas,

recorriendo rutas de infinita pasión.

 

Un león alado ruge,

tratando de ser infiel,

se apagaron las farolas,

y el orbe yace con él.

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lunes, 14 de septiembre de 2020

Ella era única

Ella era única.

En lo más alto del cielo,

allí estaba ella, resplandeciente,

bañada de gloría, 

asombraba su apoteósica figura,

de incomparable belleza,

sus líneas inmortales, irradiaban

vida eterna… eternamente joven.

 

Desde su púlpito azul,

sonreía como los ángeles,

glorificada como símbolo de vida…

mi alma rebosaba de alegría.

 

Como ella no existía mujer alguna,

en otros tiempos la tuve entre mis brazos,

me llenaba de gozo y felicidad,

su dulce juventud me clavaba sus esencias,

y mi cuerpo vibraba sobre su virgen blancura.

 

Me despertaba en su paraíso cada mañana,

sin proponérselo me había robado el corazón,

soñaba que aún vivía y tan hermoso sueño,

me llegó a inquietar.

 

Un grito rompió el silencio,

la muerte blandió su espada,

blanca sombra, angelical, misteriosa,

tan luminosa y tan rara…

la muerte me está diciendo,

lo que la vida se calla.

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miércoles, 9 de septiembre de 2020

La sed de la ausencia

La sed de la ausencia

Aprendí del agua,

que aunque escriba tu nombre,

mi amor no me moja,

hasta que mi alma esté sedienta.

 

En las alcobas del sueño,

todo se trasparenta,

tras la sutil cortina de tus pechos,

oigo el ritmo apacible de tu respiración.

 

Discurro porque mi amor,

ha de ser río, aunque no lleve agua,

y en esa reflexión remo hasta quedar sin fuerzas,

esperando que tus aguas confluyan con las mías.

 

Sobre aquel papel en blanco,

un desnudo pensamiento,

con los ojos de lujuria,

enciende la llama dentro.

 

Y nada más que el beso encontró tu boca,

se entregaron sin aliento,

aquel murmullo del agua,

me hacía subir al cielo.

 

Ese agua que me embriaga,

de tan inmenso placer,

es por la sed de la ausencia,

de aquella bella mujer.

 

Una lágrima, sí, ¡derramé una lágrima!

una lágrima azul, de verde esperanza,

hoy siento a la sangre como se disgrega,

se destapa el cielo, a la brisa fresca,

curando al instante la sed de tu ausencia.

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domingo, 6 de septiembre de 2020

El ángel perdido

El ángel perdido

Con solo imaginarla,

vibran mis labios,

quise decirle que todos los caminos

me llevan al paraíso de su cuerpo.

 

Pero mis ojos extraviados por el deseo,

no supieron mirarla con ternura,

la precipitación acuna el desencanto,

y la musa inspiradora, me susurró al oído:

 

Eres un ángel perdido,

en los sueños que asolan al escritor,

si no estoy contigo, me concibes,

pensando, en las turbulencias de tu corazón.

 

Te confieso que tus letras son mi vida,

la tinta que tiñe mi figura,

que  propicia el milagro,

de florecer en tu escritura.

 

Y por un instante, deseo cautivarte,

porque sueño con tu cuerpo,

y me pide saciar la sed de tu espíritu,

para brillar en su etérea forma.

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jueves, 3 de septiembre de 2020

Bajo el influjo de las contradicciones

Bajo el influjo de las contradicciones

No sabía cómo protegerse de sí mismo, las contradicciones lo llevaban a romper su equilibrio emocional, esa línea divisoria o de flotación que separa la lucidez de la oscuridad, el bien del mal, la cordura de la locura.

Sin embargo era una persona que celebraba la existencia,  y sin pretender entrar en su etimología, las contradicciones le daban sentido a su vida.

Sus estados de ánimo pasaban por la integridad perdida, asociada con el verbo…

Ese dualismo de su conciencia era constante, su comportamiento era un enigma, su presente no conseguía integrarlo con los recuerdos del pasado, y esa discordancia atraía a todo aquello que realmente detestaba.

Hubo un tiempo en que sus neuronas tuvieron una doble libertad, consistía en tener una línea divisoria donde el cerebro tomaba las decisiones sin someterlo a esos dos polos,  y de la conciencia brotaba una lucidez mental fascinante donde el amanecer de una idea enloquecía las miradas.

Los perfiles de la razón lanzaban gritos, al contemplar las dos mitades del alma, respirando vida. Fue un día onírico donde descubrió que las contradicciones son la esencia de la vida.

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