lunes, 20 de julio de 2020

Aquel hombre...


Aquel hombre…

Aquel hombre se ahogaba,

en la hiel de su tormento,

y su lengua suplicaba,

limpiadme de lo podrido por dentro.

 

Desesperada agonía,

invade todo su cuerpo,

y con el alma vacía,

exploraba el firmamento.

 

Iba arrastrando los días,

donde oscila oscuro viento,

reliquias de un viejo amor,

murmurando en el desierto.

 

Hay momentos,

en que se detiene el tiempo,

y el más tierno resplandor,

aparece en los ojos que están muertos.

 

Aquel hombre,

no quiero pensar en él,

porque su sombra ha vuelto,

y me siento agonizar,

porque recorre mi cuerpo.

Copyright © RTPI 16/2020/1580



2 comentarios:

  1. Tu poema da luz a la imagen, un misterio que ha pasado desapercibido por estar oculto en el silencio del autor.
    Un excelente trabajo.
    Felicidades y un fuerte abrazo

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  2. Revivir un personaje de un cuadro, despierta en mi, admiración y a la vez se aprecia una perfecta composición.
    Un abrazo
    Marilú

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