viernes, 8 de marzo de 2024

Aunque ella no existiera


Aunque ella no existiera

Tuve un sueño tan ferviente,

que recreaba en mi mente,

todo aquello que soñé,

la busqué y la busqué,

como si ella existiera,

una febril compañera,

una hoguera preparada para mí.

 

Sus labios eran pétalos de brisas,

dibujando una sonrisa,

de aroma fresca de enamorada,

volcán donde el sol se echaba,

cuando la luna colgaba,

de la bóveda del cielo,

hurtándome el sosiego.

 

La ansiedad me mata,

y la noche me delata:

Soy culpable de dejarme llevar,

por las olas del recuerdo,

que buscan llameando,

las playas de la aurora,

inmensa lengua de fuego,

besos plenos de silencios,

que en la noche me devoran.

 

Y aunque ella no existiera,

ni la luna bajo el cielo,

cuando la dicha te habla,

en la gloria está mi alma,

bajo su embrujo y amor,

ay, tengo la sensación de vivir

en eterna tentación.

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2 comentarios:

  1. Hermosa es esa búsqueda por los rincones oculto del deseo, olas de recuerdo que buscan la eterna tentación algo tan maravilloso en nuestras vidas, difícil de describir pero tú lo haces con sencillez, sensibilidad y maestría.
    Gracias por el placer que me da leerte.
    Felicidades y un beso fuerte
    Natalí Crespo

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  2. Enhorabuena por este poema con tanta fuerza amorosa que me lleva a experimentar una agradable sensación y me queda con la miel en los labios.
    Un beso
    Eva Rocha

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