lunes, 30 de noviembre de 2020

La flor de la demencia

 


 La flor de la demencia

Cae la nieve tan callada,

que se rompe en el silencio,

es la llamada esperada,

que me queda sin aliento.

 

Fue aquel viento que me cala,

de la cabeza a los pies,

el silencio se intercala,

y no escucho a la mujer.

 

Me agobia cualquier pasión

que no pueda controlar,

no quiero ninguna flor,

que me grite al despertar.

 

Por aquella mujer

me sentí cercado,

quise en sus labios beber,

y caí enamorado.

 

Su luz me resucitaba,

y en el silencio escondía,

palabras que palpitaban,

como fieras noche y día.

 

Sus curvas son un tormento,

vestidas de inocencia,

cabalgando en silencio,

por la flor de la demencia.


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2 comentarios:

  1. Tus versos me apasionan, están impregnados de amor, preludio de esa pasión con la que nos sorprende en cada entrada.
    Felicidades y un fuerte abrazo

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  2. Me gusta como piensas y escribes, tus maravillosos versos logran trasmitir los deseos de tu corazón.
    Un abrazo

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