Cuando
sale la noche,
mi
alma busca tu cuerpo,
vivir
sin tus caricias,
es
mucha oscuridad.
Aún
los rayos del crepúsculo,
se
agitan ante tu prodigioso encanto,
mi
espíritu, ¿qué otra cosa puede hacer?,
sino
besar por donde tú vas.
Intento
recordar el firmamento estrellado,
la
noche que me vacié por los poros de tu vida,
pienso
que toqué el botón de la dicha,
cuando
los sentimientos vibraron.
Un
estruendo ciego desfloró al silencio.
un
abrazo rotundo se anegó en la gloria,
empapados
de gozo,
encontré
la paz liberadora.
La
pasión cabalga agotada,
por
los vértices del cielo,
unos
ojos de hembra,