lunes, 31 de agosto de 2020

El árbol seco

 

El árbol seco 

Al declinar del día,

lo veo tan triste,

que su agonía,

está en el límite.

 

Quizás mañana,

las ondas verdes,

que entran por mi ventana,

aún lo recuerden.

 

El árbol seco,

majestuoso en su juventud,

es arrumbado como un muñeco,

en la senectud.

 

Tal vez estaba triste de esperar,

al agua que no llega,

la luna roja llamando en el cristal,

su alma ciega.

 

De aquella piel estremecida,

brotaron sus raíces,

y de sus lágrimas,

las hojas verde con mil matices.

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3 comentarios:

  1. Así es la vida, querido amigo. El tiempo pasa y perdemos el movimiento y las arrugas nos secan la piel.
    Te felicito
    Eva Rocha

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  2. Me ha encantado. Reflejas muy bien los mas nobles sentimientos, cuando la esperanza se pierde en el último suspiro de vida.
    Un abrazo

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  3. Cansado de dar sus frutos, su alma muere… no llegó a tiempo la primavera pero se obró el milagro, brotaron sus raíces de igual manera.
    Muy bello poema
    Un fuerte abrazo y mi felicitación sincera

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