martes, 28 de mayo de 2019

Sueños extraviados

Sueños extraviados
En la quietud de la noche cuando todos duermen, mi mente se despierta y comienza a hablarme, yo me hago el dormido pero ella insiste en dictarme cosas al oído,  ahora me arropo hasta la cabeza tengo que dormir, la oscuridad me envuelve,  sin embargo hay un rayo de luz en mi pensamiento que me hace abrir los ojos, y observo un desfile de imágenes por el filo de la mente, una sombra tendida en la oscuridad me cogió la mano y se la llevó a su boca, sus labios carmesí desprendían infinitas fragancias, con gran naturalidad me miró a los ojos y quedé desamparado, su belleza era impresionante, su vestimenta y su pedrería realzaban aún más sus atractivos cautivadores.
Lo curioso es que estaba desnudo y ella ocultaba poco de su gloriosa figura, se volvió hacia mi sonriendo y quedé sorprendido, me cogió por la cintura y su boca entreabierta con sensualidad se acercó a la mía besándome con pasión, al tiempo que me decía cosas excitantes al oído,  mientras se desnudaba y la noche se alargaba en mi habitación, ella clavaba sus ojos negros profundos en mis pupilas delirantes y estas encendían mi cuerpo uniéndose con un placer increíble a su extraña y deliciosa figura.

Todas las noches esperaba con ansiedad la llegada de aquella deslumbrante y seductora mujer,  era un resplandor de dicha de amor fugaz que embriagaba mi alma.
Después una sensación placentera de relax y al despertar no recordaba nada.
Copyright © RTPI 16/2018/1470


3 comentarios:

  1. Bendito sueños de los que nacen historias que tocan el cielo en noches dulces anhelos y al despertar todo se diluye y no recuerdas nada
    Un placer leerte

    ResponderEliminar
  2. Cuando en sueños veo, el resplandor de tan ardiente hoguera, yo querría que placer tan increíble no me pillara dormida-o, por que no tiene sentido que tenga el alma ardiendo y el corazón...helado
    Un abrazo grande

    ResponderEliminar
  3. Muy buen relato. Con frecuencia mis sueños me llevan a ti y cuando me tienes en tus brazos y soy feliz… despierto y se me funde el invento.
    Un fuerte abrazo
    Marilú

    ResponderEliminar