lunes, 11 de noviembre de 2013

El tio Facundo

 
Era el alcalde del pueblo
Icono de austeridad,
En las pliegues de su rostro,
Se adivinaba su edad.
 
Fiel amigo y deslenguado,
Esquivo y  atormentado,
No responde a las preguntas,
Ruge como marabunta.
 
Lleno de energía oscura,
Imagen de imperfección,
Entre santo y demonio,
Justo de improvisación.
 
Hombre de infausta figura,
Apóstata furibundo,
Un genio de la censura,
Así era el tío Facundo.
Copyright © 16/2013/4950

5 comentarios:

  1. Me gusta el poema, describes muy bien a ese alcalde antiguo de pueblo, la máxima autoridad, de ordeno y mando y no hay mas que hablar eran muy austero y muy lejanos.
    Lo digo por experiencia, un familiar fue alcalde por los años 50

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  2. Tus versos están llenos de una fuerza especial y de un regreso al pasado donde marcas los antecedentes de una conocida estirpe de alcaldes que para bien o para mal nos gobernaron, no eran tan eruditos como los de hoy pero se ocupaban mejor de los problemas de los vecinos.

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  3. No compareis los alcaldes de antes con los de ahora, juzguen Uds mismo y verán imputaciones por doquier, recuerdo al alcalde de mi pueblo que adelantaba dinero de su propio bolsillo para la gente que hacía trabajos para el ayuntamiento, y el no cobraba "ni un duro"
    Te felicito por tu trabajo y tocar un tema interesante.

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  4. Un alcalde de los de antes con dos cojones y un palito.
    Un poema brillante retratas muy bien al personaje.

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  5. Esos personajes se daban en todos los ámbitos, pero aunque rudos eran casi siempre honestos, fiel reflejo de los mismos

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