Una incitante ilusión
Nunca
pensé que se fuera,
nuestra
alegre primavera,
una
incitante ilusión,
que
nunca ha decaído,
la
guardo en mi corazón.
Aún
siento aquellos momentos,
como
mi amor se encendía,
al
acariciar tu cuerpo,
y
mi sueño se perdía,
atrapado
en el misterio.
En
tu cálida morada,
aún
resuenan los ecos,
los
de mi joven espiga,
que
con el gemir estalla,
en
tus entrañas, para
dejarte
mi esencia al
crepúsculo
del alba.
Cuando
sueño mi pasado,
navego
por los mares del ensueño,
me
siento tan deseado,
que
siempre atraco en tu puerto.
La
llama de mi locura,
una
incitante ilusión,
que
nació en primavera,
entre
flores de pasión
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Un poema encantador. La ingenuidad, sentida dentro, si se expresa con sencillez infantil, siempre tiene la belleza de la verdad y la pureza de la infancia.
ResponderEliminarEnhorabuena
Eva Rocha