Por la
penumbra del ayer
Su
sombra se desliza,
por
la penumbra del ayer,
con
tanta intensidad que me hace suyo,
nunca
olvidaré aquella flor,
que
iluminaba mi ser, con sus cálidos besos.
Una
extraña emoción invade mi piel,
cuando
su alma enferma de ternura,
abre
sus alas y vuela,
y
tras ella mis sueños.
Un
nudo de suspiros y nostalgias,
se
abre en el celeste espacio,
el
gozo de los encuentros,
en
el paraíso de la niñez.
Danza
la vida y la flor renacida,
de
su propia fénix, vuelve
con
sublime figura de ave,
bajo
el azul naciente.
Dama
invisible que vuela,
como
una estrella fugaz,
por
la penumbra del ayer,
buscando
el amor de su niñez.
Copyright © RTPI – 16/2023/1053
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