Doblan las campanas

Doblan las campanas

Doblan las campanas,

llaman a la muerte,

después de que te fuiste,

es tan hondo el silencio,

que el dolor penetra en el corazón,

como una hoja de acero.

 

Cuantas ilusiones rotas,

en sus ojos sin mirada,

el alma vuela veloz,

cual águila liberada,

mientras su cuerpo se hunde,

como una estrella apagada.

 

Aquella muerte helada,

burladora del tiempo,

ladrona de sueños,

en su oblicua mirada,

me ha hecho prisionero.

 

El tañer de las campanas,

del soñar me ha despertado,

se envejece floreciendo,

pensamientos olvidados,

están tan cerca y tan lejos,

que nacieron y expiraron.

Copyright © RTPI – 16/2022/3061

 

Soy tan frágil…

Soy tan frágil…

Soy preso de mis desvelos,

de no haberme arrepentido,

de aquel amor tan amargo,

que de puntillas se ha ido.

 

Le hablo a mi corazón

que se encuentra desvalido,

aleja de mí esta angustia,

que me matan tus latidos.

 

Como un crepitar de llamas,

siento la lluvia caer,

su atrayente geometría,

gravita sobre mi piel.

 

Delirando por la fiebre

en la luz de su mirada

veo las oscuras caricias

que en silencio me llaman.

 

Mis sentimientos te amaron…

el cansancio apaga el sueño,

la quietud me sobresalta,

soy tan frágil que la pierdo.

Copyright © RTPI – 16/2021/9535

 

 

Aquella noche de Abril

  

Aquella noche de Abril

Aquella noche de Abril,

cuando un ruiseñor cantaba,

las aves blancas del cielo,

de su voz se enamoraban.

 

Y su canto era tan tierno,

de aquel piano del alba,

que desataba huracanes,

en el fondo de mi alma.

 

Ay, cada vez que lo escucho,

un río de fuego me asalta,

encendiendo el corazón,

en su intimidad volcánica.

 

Ahora, se mete en mis venas,

ese amor que me delata,

elevando los delirios,

¡oh, sedientas nubes blancas!

 

Aquella noche de Abril,

nació su amor en mi alma,

con impaciente deseo,

de su aurora me empapaba.

 

Lejos ya quedan los días,

de la dulce melodía,

que aquel ruiseñor cantaba.

el ángel de la armonía,

intimando en lejanía

con sus alas desplegadas.

          Yo amé el gozo de sus vuelos,

              amé el gozo de sus alas

hoy siento a mi corazón,

que de ti no se separa.

Copyright © RTPI – M-00026/2023

 

 

Tan triste es la tristeza

Tan triste es la tristeza

Tan triste es la tristeza,

que en cualquier gesto tuyo,

puedo encontrar fortaleza,

para salir con orgullo.

 

Cuantas veces como ahora,

yo he llorado tu ausencia,

con las sombras de la noche,

el que no siente, no piensa.

 

La angustia me persigue,

consumiendo las palabras,

de un encuentro imposible,

para los ojos del alma.

 

El destino caprichoso,

arranca cada mañana,

ciclos de luz y de sombra,

centellean en mi ventana.

 

La tristeza trasparente,

va ganando la batalla,

el despertar en tu pecho,

lejos de ambiciones vanas.

 

Es el tiempo el que no para,

corre y corre alborozado,

como una estrella apagada,

con el torso nacarado.

 

Cuando su velo levanta,

me gusta mirar al cielo,

veo en los ojos del alba,

mis lágrimas de consuelo.

Copyright © RTPI – 16/2021/9535

 

Solo ella es...

 

Solo ella es…

Solo ella es

la incitante fragancia,

que cala en las tranquilas arenas del alma,

engendrando embeleso.

 

Solo ella es

la mirada alegre de la infancia,

la belleza infinita,

que aromatiza el paisaje.

 

Solo ella es

el espejo donde se visten los deseos,

de cuyas sombras germina la eterna esencia.

 

Solo ella es,

la que te dicta las palabras

que te dan vida…

después, todo es un plácido caminar

hacia la gloria anónima.

 

Solo ella es,

libre para soñar y para volar,

por el rostro del mundo

mientras la rueda gira.

 

Solo ella es,

la que nos revela el misterio,

que tiñen a los versos de pasión

cuando mis ojos desnudan su alma.

 

¿Y quién es ella?,

ella es, la suprema reina,

de un mundo fascinante,

el alma y el cuerpo de este poema…

- La poesía romántica-

Copyright © RTPI – 16/2022/9535

Despejando dudas

Despejando dudas

Nadie me dijo, que la muerte,

tuviera principios, ni corazón,  ni conciencia,

pero sí sabía, que el amor,

en el ocaso de la vida genera resplandor.

 

No muere el día,

sobrevive al apagón,

y en un parto sin dolor,

la noche nace.

 

Mira aquel sol, con sed de amor,

tendido sobre la arena,

y las olas vestidas de azul,

la incertidumbre las mata.

 

Sus ojos me lo decían:

se puede morir de amor,

cuando desnudas el alma,

al fuego de la pasión

 

No hay desconsuelo mayor,

que al nacer la primavera,

se le marchite su flor.

 

Es inevitable que en un mar de dudas,

zozobre el alma,

y en un instante eterno de ascesis,

estrangule el pasado.

Copyright © RTPI – 16/2022/3061

 

El alevín de río

El alevín de río

Lanzadas por un impulso continuado,

las gotas bajan de la montaña,

inundando el aire de fantasías,

de un hilo de agua,

se hizo el alevín de río,

 

Después se vierte,

en vuelo de azul inagotable,

que predica su hermosura,

su voz dulce y melodiosa,

se abre al reino de la vida,

mil sollozos derramados,

sobre un alma abatida.

 

De la montaña a su lecho,

donde la luz se hace fuente,

así es el río de la vida,

luchando a contracorriente,

con el deseo de subir algún día

como el salmón, con una remontada,

para descubrir sus orígenes.

 

Nos parecemos tanto al río

que cuando vemos el mar,

surge el efecto opuesto,

no queremos perder,

nuestra dulce armonía,

al mezclarnos con sus aguas saladas.

 

Con el fluir del tiempo,

y a golpes de vaivenes,

se va sorteando el peligro,

dejando atrás el continuo caminar

hacia la gloria anónima.

 

Hasta encontrarnos

con nuestra delicada esencia,

pretensión providencial,

que asegura nuestra identidad.

Copyright © RTPI – 16/2022/3061