En medio de los trigales,
floreció una rosa roja,
como allí no había
rosales,
en mi corazón se aloja.
Se abre llena de tristeza,
diosa de amor y de espina,
déjame ver tu belleza,
dame tu dicha divina.
De imagen majestuosa,
eres la rosa más pura,
con tu pasión deliciosa
mírame bella criatura.
Cuerpo de diosa serena,
se marchitó tu alegría,
Cuando cortaron tus venas,
y tu sangre se vertía.
Eterna fue la amargura,
duelo de mi desconsuelo,
adiós mi bella criatura,
serás mi estrella en el
cielo.
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