viernes, 19 de septiembre de 2025

Aullando por su hembra



 

Aullando por su hembra

Soy preso de la belleza

que adorna tu cuerpo,

de la mirada de tus ojos,

de la sonrisa de tu boca,

me duele la memoria,

de tanto recordarte.

 

Si pudiera decirte cuanto te amo,

sé que no puedo hablar en voz alta,

ni decir tu nombre, sueño contigo,

la fiebre por ti dilata mis arterias,

quiero que sepas que para ti vivo.

 

Ignoras como mi cuerpo grita,

y mi alma tiembla sin tus caricias,

el hambre por ti me devora,

dejando señales evidentes,

en mi corazón empañado de dolor.

 

Tu ausencia, marcó mi vida,

quizás aquella luna, secreta luna,

la del adiós temprano,

bañándose en un mar de nubes,

rescató mi piel de la derrota.

 

Cerré los ojos por un instante,

hasta que fuiste presente,

en aquellos días en que la juventud,

te ciega de plenitud.

 

Después el lobezno se hizo hombre,

y hambriento por su hembra,

comenzó a aullar y sus aullidos,

estremecían al viento.

 

Mientras que el rastro

de sus huellas husmeaba,

exhausto, su cuerpo y su alma

se ocultaron en la pena.

 

“Tu amor no lo pude guardar

en mi corazón silvestre,

y te perdí en la selva urbana”

Copyright © RTPI – 16/2025/3368


3 comentarios:

  1. Muy romántica tu poesía, bella forma de interpretación a un sentir tan profundo como es el amor.
    Mi aplauso
    Maribel

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  2. Me rindo a tus cautivadores versos. Se puede morir de amor si tu corazón no consigue esa hembra que ilumina tus pensamientos.
    Ha sido un verdadero placer entrar en tu mundo.
    Enhorabuena
    Sara Melo

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  3. Amor, amar en el paraíso terrenal.

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