domingo, 10 de agosto de 2025

Y el mar se cansó de esperar


Y el mar se cansó de esperar

Las olas fluían por el lagrimal de sus ojos,

olas ahogadas en el tronco de su corazón,

el querer de los quereres,

ese mar que nunca duerme,

había hecho mella en sus rincones más íntimos.

 

Sus huellas borradas perdían sus pisadas

y sin ellas el mar se cansó de esperar…

no dejó partir las olas como un amante burlado,

nadie sabe cómo cayó por el precipicio de la frustración.

 

Para entonces la tormenta había estallado,

sobre el lecho de un río olvidado,

la desdicha corría desbocada,

penetrando en sus venas heladas,

donde la sangre acabaría coagulada.

 

La cólera nocturna tronaba,

de manera constante,

con un sonido estelar,

audible más allá del paisaje,

aturdido el entendimiento, 

callaron sus pensamientos.

 

Fue entonces cuando el amor brilló,

iluminando su atardecer,

olas al alba se extendían

por el balcón de sus ojos,

 

Dulces siluetas giraban alrededor de su retina,

después parecía nacer su juventud perdida,

otoñal, amarilla, y de repente una fresquísima

gota, brotó en la mirada de su adolescencia.

Copyright © RTPI – 16/2024/2824


 

2 comentarios:

  1. Hola Nico, se aprecia en tu composición un buen hacer, un excelente trabajo.
    Cada verso cae al papel con tanta inspiración que deja un silencio atronador.
    Felicidades y un abrazo
    Julio de las Heras

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  2. Te felicito, me ha gustado mucho tu poema.
    Un saludo
    Anabel

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