martes, 11 de julio de 2023

El viejo sol


El viejo sol

Cada mañana, desde su majestuoso peñón, el sol reinante, se dispersa por el horizonte, coloreando las nubes de múltiples tonalidades.

En cierta manera, podría decirse que es un sol otoñal, cargado de pálida y volátil ensoñación, mirándolo pienso que la torre del mundo, más pronto que tarde, caerá como una hoja desnuda a la inmensidad de la nada.

Observo que cuando su luz más brilla, demonios azules cargados de viejísima vida, caen como brasas apagadas a las puertas del purgatorio, último destino de vidas sin almas y de almas sin gloria.

El viejo sol, suspira mirando al cielo, lleno de estrellas brillantes, siente vibrar el amor, y embriagarse sin temor de aquella luna errante.

“Sobre la cima del día, pasando como una bala, alejado de misterios, el sol extiende sus alas, en una atmósfera verde, donde la luna ya estaba, esperando, esa pasión luminosa, llena de mudas palabras.

La roja bola de fuego, en torno a ella giraba, con sus trasparentes gozos, en noche aterciopelada, súbitamente se hunden, se transforman y se abrazan, sus cuerpos carne de luz, en ese poniente loco, donde de placer se empapan”.

 

Copyright © RTPI – 16/2023/1053


 

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