Querer sin sentido

Duele deshojar amores,

y no saber elegir.

suelta el pétalo a las flores,

de aquel que te va herir.

El quererte me lastima,

es un infierno soñarte,

aunque sé que no me estimas,

me duele tanto olvidarte.

Todos mis besos furiosos,

sabiendo que no eres libre,

el amor huye celoso,

de un corazón tan temible.

Que extraño sueño he soñado,

soñé un amor fingido,

robaban el cuerpo amado,

que está acabando conmigo.

A la que más he querido,

he dejado de querer,

era un querer sin sentido,

que me iba a enloquecer.

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Azul, azul...

Azul, Azul…

Viento que traes el azul que cubre el cielo,

¡ay de las olas!, con la incógnita del miedo,

esa música callada en el mar de los deshielos,

dulce amor, con esas dudas entre los dedos.

                               

En su lecho una manzana podrida,

una mirada de sal perdida en un naufragio,

huyó de aquella estampida,

viaja en el tiempo de oscuros presagios.

                                     

Azul, azul,  ojos de ensueño,

majestuoso peñón, nado hacia él.

puedo vivir si me empeño,

en las aureolas de tu  piel.

                                   Vuelven las olas a tu boca,                                 

la noche me esconde entre tus brazos,

los besos se funden y se desbocan,

llovizna azul que rompe en tu regazo.

Me pierdo en tus rincones,

amada ausente te llegó la hora,

atada a gozos y pasiones,

hasta que al fin iluminó la aurora.

Azul, azul…

del mar salí, en los rizos de tu oleaje,

del cielo azul,

suéñame amor, los dos hicimos este viaje.

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Sal y pimienta

Sal y Pimienta

En mi lista de ingredientes,

pimienta y pizca de sal,

dos amores impacientes,

cocinados para amar

Con sus miradas ardientes,

un suspiro de la sal,

una impostura atrayente

pimienta en el paladar.

Su cuerpo sal de canela,

habita en otro lugar,

se prende a su alma gemela,

bulle en el ritual.

Amante inquieta de los poetas,

te daré sabor al son de un bolero,

receta secreta,

al son de un te quiero.

Aromas tiernas de buen puchero,

pasiones a fuego lento,

el reposo del guerrero

en el regazo del tiempo.

Copyright © M 005809/2016

La intimidad de la víbora

Infiltró en mi vida,

su dulce veneno, su licor divino,

que al hombre embelesa,

amada y temida cuando mi alma besa.

Sus labios mi amor procura,

mimos de mujer ardiente,

con mi piel sobre la suya,

y su lengua de serpiente.

Veneno de amor mortal,

a la sombra de su lecho,

mirada y alma letal,

muero de amor en sus pechos.

Puedo decir sin dudar,

que mi amor no tiene cura,

soy adicto a sus besos,

y enfermo de su locura.

Ahora me encuentro flotando,

en el mar del embeleso,

mientras me va devorando,

lujuria del universo.
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El viejo músico (relato)

Don Lucas un viejo compositor, un músico con mucho ingenio, atravesaba unos años de improductividad, la soledad y la tristeza le  habían marchitado la vena de inspiración.

Empujado por las deudas y por la falta de amigos que le ayudaran, (si no hay dinero desafina todo), buscó nuevas oportunidades en otro lugar.

Un día dando un concierto conoció a una mujer joven, sensible y muy agradable y su vena fecunda comenzó a resurgir, el destino le brindaba otra oportunidad para reparar su orgullo.      

Comenzó en un auditorio a impartir clases de músicas y a dirigir una pequeña orquesta; poco a poco el éxito le fue acompañando, sobre todo desde que la bella joven paso a ser su amante, pese a los intentos de otros por conquistarla, ella seguía más enamorada  que nunca del viejo músico.

Por fin su fama atravesó fronteras y lo llevó a lo más grande, a dar un asombroso concierto, el público irrumpió en un caluroso aplauso que aderezó con bravos y bravos y más bravos, un delirio sublime recorrió todos los músculos de su cuerpo, la felicidad tiene un precio y lo pagó con una muerte dulce, murió en los brazos de su tierna amante…

El dolor fue tan profundo,

como una lanza en el alma,

entre lágrimas y suspiros,

pronunció estas palabras:

Ya  solo suena el eco de un quejido,

¡ay amor, no hallo consuelo!

me entró el dolor por todos mis sentidos, 

quiero tenerte, tenerte en mis brazos,

no me dejes nunca amor,

aunque tu alma desnuda esté en el cielo.

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La caja de pandora

La caja de pandora
Remolino apasionante,

invade mi corazón,

un demonio deslumbrante,

acopiando mi atención.

Me ofrece un cofre sellado

que nunca he de destapar,

y si lo hago algún día,

saldrá el elixir del mal.

Mi cuerpo caerá a un abismo,

de pena y melancolía,

un terrorífico niño,

me robará la alegría.

Todo el dolor ya se fue,

vuelo en el cielo sin alas,

arenas bajo los pies

las lágrimas me resbalan.

Abrí el cofre prohibido,

que emborracha el pensamiento,

huyeron todos los males,

tan veloces como el viento.

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¿Era María Magdalena?...

Era una estrella brillante,

en todos los escenarios,

activa en redes sociales,

presente en telediarios.

La adoración de los magos,

fue su salto a la fama,

nunca una dama fue mago,

si no hace magia en el alma.

Le ofrecieron mil regalos,

por ser la revelación.

todo el mundo la adoraba,

era diosa del amor.

Me he metido en un misterio,

de incontenible tensión,

¿era María Magdalena,

la que hoy nos visitó?

Autor: Nico Pozón  01.01.2017

¡¡¡Feliz Año 2017!!!