Agnes Cecile
Es tan triste la demencia
Mi corazón se muere,
y mi alma vive entre nubes de algodón,
esperanto que tus brazos,
me rescaten del dolor.
La oscuridad reinante,
está callada, pensando,
que mi mutismo,
es sinónimo de olvido.
Pero nada más lejos,
estoy loco por abrazarte,
moribundo por tu ausencia,
-es tan triste la demencia-
Tu imagen es mi delirio
y como un loco te espero,
mi condena es un martirio,
y mi cabeza, ¡ay mi cabeza!
Nublada, sin resurgir una idea,
la intimidad del lugar,
no me permite escuchar,
tus besos, replicando a los míos.
Copyright © RTPI 16/2019/1187
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Describes de maravilla. Me rindo a tus versos, de ellos se aprenden mucho.
ResponderEliminarUn gusto leerte amigo
Lamentablemente la demencia o alzhéimer es muy triste, te borra los recuerdos, la mente se queda en blanco y el alma anónima no encuentra la gloria.
ResponderEliminarUn sincero abrazo y agradecerte que hayas escrito este poema.