Yo me quedo en mi nido
La
sonrisa vuela tan triste como una urraca,
fue
un error salir del nido,
en
sus labios una nota de añoranza,
condesada
en un suspiro.
Hace
tiempo que soñaba tener alas,
para
olvidarme de este invisible enemigo,
que
enciende la luz de alma,
con
un virus desconocido.
Ante
la duda no salgas,
respira
en sentido recogido,
una
amenaza flota en el aire,
muerde
con furor crecido.
Somos
hijos de la nada,
de
resplandores perdidos,
con
el alma cercenada
ante
el feroz estallido.
Somos
soplos de inocencias,
que
la piel desnuda muestra,
la
reliquia de un bacilo,
quiso
contagiar mi alma
y
se fue arrepentido.
Tú
también, quédate en casa,
porque
en la calle, te abraza
una
invisible enemigo,
que
se cobija en tu pecho
y
te come la sustancia,
que
va prendida al olvido.
Autor: Nico
Pozón Requejo
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Me gusta. Muy apropiado.
ResponderEliminarSaludos
!!!!Brutal Nico!!!!!
ResponderEliminarMe dejas sin palabras.
Relatas, perfectamente, lo ocurrido en estos pasados días. Al miedo a lo desconocido y al pánico a salir de casa ¡¡¡Muy bien!!!
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