Quiero
que seas muy fuerte,
Cuando
ronde la partida,
Y
me sienta aún con vida,
Para
alejar a la muerte.
Dulce
sonata de otoño,
Como
nubes moribundas,
Que
los rayos las derrumban,
Como
la helada al retoño.
Fui ave de paso, cantando a la vida,
Surcando
los cielos,
Estrellas
y luna, ¿de dónde salieron?
Caballos
sin rumbo, bellas amazonas
Fluyen
a la gloria por un rio de aroma.
Olor
a tierra cavada,
Vacían
un profundo lecho,
Que
no se aturda la mente
Que
se nos muere la vida,
Quiero
que seas muy fuerte.
El
alma juiciosa, asiente,
¡Lucha!,
no seas complaciente,
Alucinación,
misterio de ensueño,
Súbitas
imágenes, mostrando a su dueño.
Euforia,
oculto placer,
Me
quedé sin fuerza, se apagó mi sed,
Siluetas
oscuras llenas de poder.
Fuerzas
ocultas, tempestad del alma,
Pasado
y presente, pasan por mi mente,
Quiero
que seas muy fuerte.
No
puede ser cierto,
Te
siento en mi pecho.
¡Mi
alma ha vuelto!
Copyright © 16/2012/1160
La vida es muy bonita pero no es eterna, así que hay que estar preparado para el momento.
ResponderEliminarLinda poesía y bien resuelta.
Un abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGran persona, aquella que sigue regalando su aliento de vida para enseñarnos.
ResponderEliminarSentidos recuerdos, pero orgulloso haber compartido emociones y ahora poder inmortalizar los sueños de vida.
La vida esta llena de recuerdos que habitan en un rincón remoto de nuestro ser y que fluyen por encanto al traerlos a la vida.
ResponderEliminarTe llenan de emociones y sorpresas que ni te imaginas y a veces tiemblas por haberlos despertados te llegan a estremecer.
Gracias Vicente por compartir los sueños.