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La belleza de la encina  
En
el paisaje rural, 
de
nuestra tierra extremeña, 
se
alza la encina a raudal, 
por
llanos, cerros y peñas. 
  
Árbol
sencillo y humilde, 
que
cobija y protege, 
con
tronco firme y robusto, 
que
por sus ramas emerge. 
  
Hacia
un sombrero de copa, 
de
ala ancha y redonda, 
con
su apretada fronda, 
todo
lo envuelve y arropa. 
  
Imagen
bella y serena,  
que
mantengo en mi retina, 
y
por mucho que me aleje, 
no
te olvidaré, encina. 
  
Por
tu humildad y belleza, 
y
tu noble fortaleza, 
que
transmite esa bondad 
y
la protección que das. 
  
Y
cuando el sol le cae encima, 
a
la sombra de encina, 
se
cobijan las merinas, 
las  retintas, las caprinas, 
los
cochinos y cochinas. 
  
Que
hiciste tú bella encina, 
para
ser tan genuina, 
que
proteges con desvelo, 
al
que acoges en tu suelo. 
  
Y
en tu frondoso ramaje, 
pájaros
y aves anidan, 
en
los que luego hay vida, 
que
se cubre de plumaje. 
  
Y
cuando en mayo floreces, 
el
verde intenso oscurece, 
pintando,
el marroncito brillante,  
las
bellotas, los diamantes. 
  
Ya
al tropel se encaminan, 
armando
la tremolina,  
los
cochinos y cochinas. 
reciben
sus vitaminas, 
las
bellotas de la encina. 
  
Autor:Nicomedes Pozón Requejo 
Publicada en
la Revista cultural “LA TALEGA” nº47 – Agosto 2023 
  
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