Crisálida
Aquella
diosa, que va y viene,
por
el universo de mis recuerdos,
era
tan impresionante y majestuosa,
que
apenas un roce, por mi piel
se
derraman sentimientos escondidos.
Aquellos
tiempos fueron tan dichosos,
que
hacen diana en el blanco de mi corazón,
mágico
misterio cuando la crisálida se abrió,
y
su cuerpo renació maravillosamente investido.
Un
sueño más, que me ha llevado a recordar,
aquella
resplandeciente mañana de mayo, cuando aleteamos
por el espacio florido de la memoria,
donde
su imagen teje laberintos hechizados,
para
acceder a un alfabeto amoroso.
Aquel
dulce vuelo,
transformó
mis emociones en gozo,
mientras
la dama de mis sueños,
se
mece al son de un amor anhelante,
suspirando
bajo mi carne.
Me
siento desnudo, bajo el azul naciente,
un
beso instantáneo en nombre del placer,
de
aquella diosa que un día fue crisálida,
y
después mariposa, anidando en mí ser.
Con
alas de ilusión, renace el amor,
vibrando
sobre las olas de la vida,
un
ritual que en mis recuerdos
encuentra
su fundamento.
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Nico un poema muy emotivo, a mí me ha emocionado. Transmites tanta sensibilidad, amor y ternura y lo haces como tanta intensidad que impresiona mis sentidos.
ResponderEliminarMi enhorabuena por tanto talento.
Besos
Malú