Bajo el influjo de las contradicciones
No sabía cómo protegerse de sí mismo, las
contradicciones lo llevaban a romper su equilibrio emocional, esa línea
divisoria o de flotación que separa la lucidez de la oscuridad, el bien del
mal, la cordura de la locura.
Sin embargo era una persona que celebraba la
existencia, y sin pretender entrar en su
etimología, las contradicciones le daban sentido a su vida.
Sus estados de ánimo pasaban por la integridad
perdida, asociada con el verbo…
Ese dualismo de su conciencia era constante, su
comportamiento era un enigma, su presente no conseguía integrarlo con los recuerdos
del pasado, y esa discordancia atraía a todo aquello que realmente detestaba.
Hubo un tiempo en que sus neuronas tuvieron una
doble libertad, consistía en tener una línea divisoria donde el cerebro tomaba
las decisiones sin someterlo a esos dos polos,
y de la conciencia brotaba una lucidez mental fascinante donde el
amanecer de una idea enloquecía las miradas.
Los perfiles de la razón lanzaban gritos, al
contemplar las dos mitades del alma, respirando vida. Fue un día onírico donde
descubrió que las contradicciones son la esencia de la vida.
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El trabajo está lleno de exquisita sensibilidad, gozo con tus lecturas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Marilú
La contradicciones te llevan a reflexionar y tomar decisiones más acordes con tu profundo sentir-
ResponderEliminarMI felicitación y un abrazo