El ángel perdido
Con
solo imaginarla,
vibran
mis labios,
quise
decirle que todos los caminos
me
llevan al paraíso de su cuerpo.
Pero
mis ojos extraviados por el deseo,
no
supieron mirarla con ternura,
la
precipitación acuna el desencanto,
y
la musa inspiradora, me susurró al oído:
Eres
un ángel perdido,
en
los sueños que asolan al escritor,
si
no estoy contigo, me concibes,
pensando,
en las turbulencias de tu corazón.
Te
confieso que tus letras son mi vida,
la
tinta que tiñe mi figura,
que
propicia el milagro,
de
florecer en tu escritura.
Y
por un instante, deseo cautivarte,
porque
sueño con tu cuerpo,
y
me pide saciar la sed de tu espíritu,
para
brillar en su etérea forma.
Copyright © RTPI 16/2020/1580
|
Es fascinante escribir para saciar la sed del espíritu… locura, pasión, ternura, dolor...
ResponderEliminarMaravillosas fantasías que convierten al poeta en el rey de tu corazón.
Un abrazo
Un poema excelente, describes espléndidamente lo que pasa por el subconsciente del escritor cuando las turbulencias del corazón, propician el milagro de crear.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo