El último horizonte
Allá
donde acaban todos los caminos,
se
abre el cielo y un espíritu de singular belleza,
ilumina
al aire,
la
respiración se para y la vida antigua,
se
derrama y el viento arde.
Entonces
reluce la conciencia,
lejos
del aquel niño jugando,
con
los huesos de su historia,
al
atardecer de otras inocencias.
Ahora
que estoy lejos, le pregunto al viento
por
esa asombrosa visión que asoma en mis pupilas,
agarrada
con sus manos a mi cuerpo,
dice
que tan alto gozo viene del valle de las delicias,
donde
el amor vive una ensoñación misteriosa.
Allá
donde se desvanece el horizonte,
en
trayectorias íntimas, se pierde el caminante,
el
amor despierta al beso y recibe vibraciones de otro cielo.
de
otras vidas que le llenan nuevamente de misterio.
Pero
aún no se imagina
lo
que hay más allá de esa frontera...
Allí
se detiene el tiempo
en
su mente prisionera.
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La vida pasa tan rápida, que solo el amor centellea en el alma.
ResponderEliminarHermosísimo poema
Te felicito