Aquella mujer salió del pincel
Cuando
ella a escena salía,
se
inclinaba el aire,
aquella
alegría de su anatomía,
invitaba
al baile.
Enciendo
la lámpara de la magia,
y
planeo un encuentro,
en
el dibujo no encaja,
si
antes yo no la invento.
Un
diluvio de emociones,
dentro
de mí anidaba,
eran
tiempos de pasiones,
bailando
en la noche clara.
Como
una ninfa la imaginé en un lago,
al
noble encanto de su mirada azul,
unas
pinceladas de refrescante halago,
ya
nadie mira como me miras tú.
Virgen
radiante y hermosa,
como
una rosa de abril,
refulgente
mariposa,
una
diosa que ahora lucha por vivir.
Aquella
mujer salió del pincel,
como
una explosión,
hubo
un antes y un después,
de
aquella resurrección,
viendo
todo el universo
como
se inclinaba el sol.
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Me inclino a tus versos por interesantes e imaginativos.
ResponderEliminarEnhorabuena
Cuando se escribe desde la imaginación los versos se empapan de color y la mente enciende la lámpara de la magia, el pincel del corazón pinta aquello que añora y desea conocer una atrayente mariposa, tan radiante y tan hermosa, que le hace sombra al sol. Felicidades y un fuerte abrazo.
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