La juventud de una rosa
No
quiero versos inciertos,
ni
tampoco versos sueltos,
que
hagan sombra a la rosa,
tan fresca, linda y jugosa.
De
mis labios la atracción,
una
hermosura que enciende,
hechizos
de agreste vuelo,
a
un zángano soñador.
Desplegando
de su cuerpo
un
pronunciado aguijón
a
la rosa penetró,
emitiendo
un gemido sensual.
Ese
jugoso manjar,
fue
un leve despertar,
que
a su espíritu inclinó,
y
su aroma derramó.,
Ya
nunca más volteará,
la
juventud de una rosa,
la
ceguera sin medida,
de
una mente retorcida
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Hay aromas que despiertan a bastardos sin escrúpulos y marchitan la juventud de la una rosa.
ResponderEliminarUn placer leerte
Felicidades
Tus versos son alegóricos pero entendibles su significado.
ResponderEliminarMe gustan