Esa delgada
línea
Esa delgada línea es
el silencio, la que te suelta del mundo, hasta que cesa tu aliento.
Una realidad
constante que te moja sin querer, y te brota la nostalgia por los poros de la
piel.
Qué pena!, la
borrascosa realidad, nos ha colocado la máscara, que oculta el vacío que somos.
Confieso que tengo
miedo de dejar de sentir esa libertad que me dan las alas y convertirme en
aroma de pólvora.
El silencio se ha transformado
en una especie de fantasma que abate soledades.
La música enmudece
dentro de una jaula para niños donde todos han perdido el juicio.
Truena la noche
oscura, cubro la jaula y camino de puntillas, la sonata del corazón agita el
pulso de la vida.
Negros túneles
cobijan el humo que nubla nuestras esperanzas.
La primavera no
encuentra avispa que polinice la flor de una aurora marchita, mientras la
civilización crea seres que estrangulan la existencia.
La nieve de los años
es incorregible…, hermano!, urge saltar del río que nos lleva al mar de la
inclemencia, una penumbra de escombros, alejada de toda residencia.
Autor: Nico Pozón
Requejo (14.04.2020)
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Unos versos tristes, de una descarnada realidad, que se ha transformado en silencio… El tiempo se hace infinito en este confinamiento, a veces pienso como salir de este cuerpo para desparecer y volver de puntillas aguantando el pulso de la vida.
ResponderEliminarTe felicito y te mando un abrazo grande
Excelente poema, lo has desarrollado muy bien y me gusta ese desconsuelo que cautiva y aprisiona el espíritu.
ResponderEliminarUn abrazo