Aquella
velada noche, 
nos
avasalló el amor, 
puse
mi boca en la tuya, 
y
el placer se derritió.  
  
                   El éxtasis me atormenta,                    
con
el roce de tu voz, 
de
pronto esos temores, 
son
pura fascinación. 
  
Quiero
pensar en aquel día, 
tus
pupilas dilatadas, 
y
mi ardiente fantasía, 
soñaba
que este amor perduraría. 
  
Imaginad
una estrella, 
iniciándose
en el vuelo, 
con
su adolescente risa, 
flecha
de luz de luceros. 
                         
Mariposa
en un cielo enamorado, 
lo
pienso y la toco, me siento ligero, 
flotamos
errantes entrelazados, 
en
la luna de miel que ella ha engendrado. 
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Cuando más se ama, el resplandor del amor es tan intenso que en tu poesía fluye como un volcán en plena erupción.
ResponderEliminarMi felicitación y un abrazo
Tus poemas son gemas del pensamiento, que relucen cuando brilla el amor.
ResponderEliminarTe estimo y te admiro
Marilú