Asoma
con su corona de fuego,
Cuerpo
de ángel, dulce sonata,
Esparce
su aroma al cielo,
Sus
cabellos de oro y plata.
Brisa
de luz y de calma,
La
más bella de las flores,
Romance
de mil amores,
A
ella le entrego mi alma.
Acaricia
mis sueños,
Paseando
por la arena de una playa,
Salpicando,
al murmullo de las olas,
A
un guiño las olas callan.
Conocen nuestros secretos,
De
ese amor, en su lecho de la playa.
La
magia que ejerce en mí,
Como
poesía inacabada.
La
vi partir jubilosa,
Cuando
la noche expiraba,
Se
paró mi corazón,
Mi
rostro se tornó malva,
Adiós
mi musa del cielo,
Adiós
mi musa del alba.
Copyright © 16/2013/1907
Muy dulce, con todo el romanticismo que siempre contienen tus versos.
ResponderEliminarMe has dado pié a que te diga que es bellísima, me encantó y me la quedo.
Déjame que te diga Nico, que es muy bonito tu poema y felicito a tu musa inspiradora...
ResponderEliminarCon tu descripción, creas un lugar paradisíaco y deseado por todas las personas para vivir. ¡¡Muy bien!!
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