El ave de paso

El ave de paso

El ave de paso que huele a cielo,

mientras avanza buscando,

unos frescos labios donde endulzar su pico.

 

Alma que empezó a florecer.

al sentirse libre de las manos que la sujetaban,

ahora dibuja los caminos de su corazón.

 

Con el batir de sus alas,

retorna su esencia,

ahora es libre para conquistar el cielo.

 

Vuela por lugares imposible,

no sabiendo que hacer,

para que alguien intuya sus anhelos.

 

Se perdió en la curva de aquella flor,

que le permitió ligar sus estambres,

al vuelo de una mariposa.

 

Sus semillas incitantes huelen a vida,

podemos sentirla, hasta ser parte

de nuestra existencia.

 

Mientras nos dejamos seducir y seducimos,

como cuerpos celestes,

suspendidos en la vía láctea.

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