Nadie está a salvo
Nadie
está a salvo,
de
los colores de la primavera,
ni
del arrugado cuerpo del otoño,
cuando
te desnuda el tiempo.
Nadie
esta salvo
de
la frescura del alma,
que
al corazón ruboriza,
anhelando
tu caricia.
Nadie
está a salvo
de
esa mirada tuya,
tan
insinuante y ardiente,
que
pone roja a la luna.
Nadie
está a salvo
de
lanzar sus ilusiones
a
un mar infestado de tiburones
donde
las olas mecen el futuro.
Nadie
esta salvo
de
las fiebres del verano,
cuando
las mariposas vuelan,
a
tus pechos adolescentes.
Copyright © RTPI 16/2019/1187
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Nadie está a salvo de nada, plasmado está en el poema, tus letras lo reflejan con maestría absoluta,
ResponderEliminarUn placer enorme leerte.
ResponderEliminarMe encanta. Realmente un poema muy hermoso, tienes mucha razón en lo que escribes entre líneas.
Un abrazo fuerte
Genial!!!
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