El corazón del otoño
Aquel otoño amaneció radiante,
el aire había disipado las nubes,
y los ecos de la tormenta,
se empapaban del paisaje.
El aroma de la tierra me lleva a sentir,
el corazón del otoño, místico y sensual,
a veces los hilos del silencio,
me elevan al cielo, dejándome tocar su belleza.
A mis pies las hojas muertas,
bailan a golpe de viento,
se juntan con las tinieblas,
que pueblan el firmamento.
¡Ay!, qué pena de criatura,
con el velo en el altar.
vaga por cielos y suelos
su naciente sensualidad,
Nunca miraron sus hojas,
cuando germinó la flor,
nunca besaron su cáliz,
cuando floreció el amor.
Palidece el otoño,
encerrado en su silencio,
y en honda calma se inclina,
como un corazón muerto.
Copyright © RTPI 16/2019/1187
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Me encanta tu poema. Es impresionante ver a la madre naturaleza vestirse de múltiples colores, para recibir al otoño y ver a la vida como se deshoja y se inclina en su último crepúsculo.
ResponderEliminarFelicidades y un gran abrazo
El otoño pronto nos dejará pero su espectacular explosión de colores está en mi retina.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo