viernes, 29 de marzo de 2019

Chantaje emocional (relato)

Con solo pensar en ella, su mente se estremeció y comenzó a sincerarse conmigo, contándome un pasaje de su vida que me llegó al corazón.

Allá por los años setenta vivíamos en un pequeño chalet cerca de una gran ciudad,  yo (Ángel) rondaba los 15 años, era hijo único, mi madre Carlota estaba habitualmente sola ya que mi padre por su trabajo, (marino mercante),  estaba mucho tiempo fuera de casa. 

Nuestro consuelo era los vecinos del chalet de al lado, (Pablo y Sara),  que por cierto eran muy buena gente, siempre estaban dispuestos a echar una mano en lo que fuera y como no tenían hijos, yo era para ellos su ojito derecho, me tenían un cariño muy especial. Pablo era un padre para mí, así que cuando tenía cualquier problema acudía a él y me lo solucionaba.

Solía llevarme al fútbol que era su afición favorita y una buena distracción para los dos,  también cuando mi padre regresaba nos íbamos los cinco de acampada y disfrutábamos mucho.

He olvidado decir que los chalets compartían un pequeño jardín de unos cien metros cuadrados aproximadamente, separados por una pequeña valla y que desde mi habitación podía ver la cocina, el comedor y una habitación  de mis vecinos, si no fuera por los visillos que ensombrecían algo las estancias no habría intimidad alguna.

Un día ocurrió algo tremendo, Pablo y Sara estaban dando un paseo cerca de la urbanización,  cuando una rama de un árbol cayó sobre ellos, Sara se llevó la peor parte, con heridas y fracturas diversas  y lo más preocupante un fuerte golpe en el cráneo que la dejó en un estado complicado, sin embargo Pablo solo tuvo ligeras contusiones.

Sara fue ingresada en un hospital y al cabo de varios meses regresó a casa, mi madre y yo fuimos a verla y la sorpresa fue mayúscula, estaba muy desmejorada y casi no reconocía a nadie, Pablo nos dijo que no había solución más pronto que tarde moriría.
Mi madre la estuvo cuidando bastante tiempo, hasta que un día  Pablo le dijo que había hablado con su hermano, y que iba a venir una sobrina a ocuparse de ella. 

El día que conocí a Eva quedé maravillado era la mujer de mis sueños, la que había grabado en mi mente, jamás había visto un chica tan hermosa, era alta, morena y con unos ojos verdes delirantes, cuyos encantos me sedujeron al instante.

Era una chica muy joven, (19 años) y tan auténtica en sus expresiones que me quedé paralizado y le grité al mundo que estaba enamorado.  Pensé que podría ser la madre de mis hijos pero no veía esa luz en sus ojos y aunque mis ojos no cautivaron a los suyos los míos nunca se apartaron de ella.

Entró en mi vida como un ciclón llenándola de gozo y confusión.  Desde mi habitación con los prismáticos la espiaba de noche y brindaba a mi imaginación un espectáculo tan asombroso que mis sentidos nunca habían disfrutado.

Una tarde la vi con un desconocido y me llevé un gran disgusto, luego por mi madre me enteré que era un “noviete” que tenía en el pueblo y que había venido a verla.

Ahora que se había hecho cargo de su tía, con frecuencia venía a visitarla,  entonces nació en mi algo tan terrible como los celos y estos me llevaban tras ellos para espiarlos, al llegar a casa me sentía abatido y apesadumbrado.

Un día Pablo, (que en estos días no me hacía mucho caso), sorprendió a la pareja dándose placer en el sofá de su casa,  el cabreo y la bronca fue de campeonato.
Yo había contemplado la escena desde mi habitación aunque las imágenes eran muy confusas, al estar todo apagado… ese día me sentí humillado y sumido en la desesperación, mi diosa era para mí un ídolo caído.

Volví a pegarme a la ventana y en un momento sentí voces, (las ventanas estaban entornadas por el calor reinante, era el riguroso verano), su tío Pablo estaba muy enfadado, le estaba regañando, su voz resonaba en mi cabeza, pude escuchar que iba a informar a su padre de la escena del sofá, ella le pedía perdón, por favor no le digas nada, no volverá a ocurrir.

A partir de ese día no pude conciliar el sueño, me pasaba la noche espiándola, una noche pude observar que  Pablo entraba en la habitación de Eva, aunque las imágenes eran muy difusas,  me permitieron ver fugazmente  como se metía en su cama y se echaba encima de ella, después comenzó a moverse rítmicamente hasta quedar inmóvil…

Sin saber cómo,  comencé a temblar, lleno asombro y desesperación sin poder apartar la mirada de aquella fogosa escena.  Tras la sorprendente visión, recobré el sentido y comprendí lo que estaba pasando.

Cuando te están manipulando y sometiendo a un chantaje emocional,  el miedo te empuja a hacer cosas, que en otras circunstancias jamás hubieses permitido.
Una mañana vi un coche en el chalet de Pablo, oí voces, muchas voces y a continuación vi salir a  Eva y su padre, que  se marchaban para no volver.

Al poco tiempo murió Sara, al entierro fueron mis padres y algunos conocidos, la familia de Pablo no hizo acto de presencia.

A partir de ese día Pablo, rara vez salía de casa, mi madre intentaba ayudarle, llevándole comida y otras cosas,  pero él no quería que se molestara, incluso llegó a decirle que estaba muy agradecido de todo lo que había hecho por Sara pero que a partir de ahora él se ocuparía de sus problemas.

A mi madre le dolieron muchos esas palabras, Pablo se estaba volviendo poco sociable y sobre todo inquieto y exasperado, pasaba por un momento muy difícil.
Pablo acabó con su vida de un tiro en la cabeza, muchos creyeron  que llegó a tal extremo porque quería mucho a su esposa.

Sin embargo mi opinión era bien distinta… (Eva al verse acosada por su tío noche tras noche, reaccionó y se rebeló contándole a su padre por el calvario que estaba pasando y este hecho hundió a Pablo en la desesperación y en el suicidio)

A pesar de todo acompañé a mis padres al entierro, no me sentía afectado por su muerte, la simpatía que había sentido por él,  se había trasformado en un recuerdo hecho pedazos en mi memoria.
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lunes, 25 de marzo de 2019

Cuando mi corazón

Cuando mi corazón,
apague su suave melodía,
se irá la ilusión, la fantasía,
se morirá el amor.

Una nueva ilusión,
buscará tu querer,
la reencarnación,
de un nuevo amanecer.

Resurgirá el amor,
y mi alma enamorada,
doblegará el dolor
y en las noche azules estrelladas.

Solo a ti quiere amar,
necesita tus caricias
tu luz le hace vibrar,
removiendo mis cenizas.

Un suspiro de mi boca,
saboreando locura,
y mi alma se desboca,
de vértigo a las alturas.

Esa esencia que me habita,
y en mi epidermis aflora,
cuando tu alma palpita.
y nos da su amor la aurora.
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sábado, 23 de marzo de 2019

Llegó la primavera

                                           




 La naturaleza es el lienzo donde se expresa la primavera.

                    
        


 La primavera llegó y en los balcones florece la savia del corazón.





 No hay tiesto sin flor ni hoja que no muestre la identidad del amor





La primavera la estación que despierta los sentidos y hace aflorar mariposas en el alma.








miércoles, 20 de marzo de 2019

La amante del maligno

La amante del maligno
Arde en la penumbra,
la amante del maligno,
palpita estremecida,
a su insaciable fuego.

Regalo para juegos
llamarada de lobos
amantes de caricias,
para morder los siglos de cenizas.

Aurora de la noche,
gemidos de dolor,
espuma de destronados dioses,
crepúsculo de sol.

Pasiones desatadas en círculos
de invencible flaqueza,
infiernos en ruina donde crece el tiempo,
brindando por la muerte.

Llamarada voraz de un mundo oscuro,
lenguas de fuego que hacen y deshacen cielos,
diablos que turban el corazón
fundidos en la trémula llama del amor.
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domingo, 17 de marzo de 2019

Esperando al alba

Esperando al alba
Al abrir tu puerta veo al cielo esperando al alba,
los invitados pendiente de la fiesta del amanecer,
mis ojos me preguntan si puedo reclamarte,
para ofrecerte el amor que he conservado en mí.

Necesito verte,
y quitarme el ansia de ti,
nunca olvidaré el fuego de tus besos,
tengo miedo a perder el azul del cielo de tu mirada.

Necesito tu amor, tus caricias y calor,
no pases de largo como un sueño,
llevo toda una vida esperando el momento,
recuerdo cada capítulo íntimo de tu corazón.

Aún veo como extendías tus rayos por mi cielo,
y como sucumbía a tus encantos en la quieta penumbra,
la historia que interpretamos, era tan pasional y tan dulce,
que me asombro de su transparencia.

Ahora soy un viajero perdido,
en los arroyos de tu memoria,
me sometí a tus deseos,
y me devoró la aurora.
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miércoles, 13 de marzo de 2019

El cenit de la sabiduría

Dibujo de Rafael Pérez

Por el cenit de la sabiduría,
avanza la risueña sombra,
de mirada fría,
tenebrosa alfombra.

A los pies de la demencia,
el tiempo carcome la razón,
se abre la luz de la conciencia,
al ocupa transgresor.

El crepúsculo y sus líneas rojas,
la fuente de la ceguera,
cae el otoño llanto de hojas,
oscuro invierno es la primavera.

Afán por encontrar al eslabón perdido,
el flechazo que une los instintos al corazón,
aquellos versos despavoridos,
que lloran y ríen en sorda evocación.

La clara luz de la mañana,
por disfrutarla ¡qué no daría!
viejo afligido de blancas canas,
estulto compañero de las porfías.

¿Porque aquel hombre nunca reía?
era gracioso o lo parecía,
temblando está la mano mía
-es tan difícil hacer poesía-
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domingo, 10 de marzo de 2019

De ti todo me gusta

Es tan bella tu hermosura,
cuando tu cuerpo se agita,
que veo estrellas infinitas,
con tus encantos criatura.

De ti todo me gusta.
Me gustan tus labios rojos,
tus senos tan redondos, tan erguidos,
con la humedad de mis besos,
eres mar embravecido.

Me gustas porque te siento,
por mis venas navegar
esas ráfagas de viento,
que sueñan con tu mirar.

Cuando aparece tu magia,
esa rebeldía loca,
que a mi corazón contagia
con los besos de tu boca.

De ti todo me gusta,
eres la sed que me impulsa a decir,
que eres del amor la esencia
no imagino un amanecer, sin tu presencia.
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jueves, 7 de marzo de 2019

Aún recuerdo la primera vez

Aún recuerdo la primera vez,
que te tuve frente a mí,
pensé en besarte, apagar mi sed,
y después… ¡huir!

Me latía el corazón,
a las caricias del viento,
te miraba y te miraba,
y abrazaba tu silencio.

Noche sin astros en el universo,
una luna soñadora,
atraída por mis versos,
bailaba en la cristalinas olas.

Cada ola barría
la playa desnuda.
y la noche se cernía,
en sombras de dudas.

Te miré y me miraste y a ciegas avanzamos,
por las calles del placer,
que nos llevó de la mano,
buscando el amanecer.
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lunes, 4 de marzo de 2019

El edén perdido

El edén perdido
La noche cuelga del balcón de la luna
brilla su legión de estrellas,
lucen seductoras como sensuales doncellas,
con su excitantes aromas en el mar de la fortuna

De cuando en cuando caen las horas,
como dátiles, maduras,
mariposas que la vida devora,
sedientas de esperanzas y ternuras,

Morir por cada sueño,
inundando el vacío,
con sonatas de ensueños,
asfixiados, desembocan los ríos.

Con el corazón lleno de nada,
para llevarte he venido.
con el alma agitada,
porque sin ti me he perdido.

Detrás del horizonte donde se acopla la noche al día,
está el edén perdido,
una convulsa topografía,
donde se esconde el gozo de los sentidos

Revolotea la noche con su flamante figura,
y hasta el cosmos se levanta
en las celestes alturas,
cuando el buitre y la paloma se entrelazan.
Copyright © RTPI 16/2018/1470


viernes, 1 de marzo de 2019

El acabose

El acabose
Aquel río sin corriente,
que quiso alcanzar el mar,
nunca supo hacerse atrás,
para encontrar las afluentes.

Fuiste un amor ardiente,
como el cráter de un volcán,
el pasado no es presente,
es la dura realidad.

Grabado está en mi memoria,
y por mucho que yo quiera,
amé sin que lo supiera.
y fue una bella historia.

El amor es un delirio
que sube… y sube…
al corazón como una nube,
y luego baja...y baja… y es un martirio.

Pervive como retazos de nada,
y muere con el consuelo,
que en la luz de tu mirada
mis ojos verán el cielo.
Copyright © RTPI 16/2018/1470