Un suplicio que la gente ignora
Quizás tenga la culpa,
de estar ausente,
cuando la golondrina pasa,
con el amor más ardiente,
la fiebre mía de adolescente,
perdió el timón y a la deriva se hundió.
Amiga mía, mi torpe corazón,
de ti se enamoró,
por mis ojos asomaba la tristeza
la pena inundaba mi alma,
suspendido en la memoria
unos versos de la infancia.
Inocencia que embelesa,
esperando al mundo,
para volar por sus ramas,
la primavera insaciable,
de noctámbulas luciérnagas.
Pero el amor no puede detenerse
en flor alguna,
y por mucho que te quieran,
no volverá a germinar la flor
de tu primavera.
Tal vez tenga la culpa,
antiguos besos, inquietas olas
ardientes como la aurora,
un amor dentro de otro,
soñando sueños distintos,
un suplicio que la gente ignora.
Copyright © RTPI – 16/2023/1053
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Me encanta el poema como escribes ...de calidad como todos los tuyos.
ResponderEliminarEres como un amante apasionado que siempre te entregas y tu amor es mi ventura.
Te dejo un beso
Isi Zarco
Tal vez en ese amor suspendido en la memoria se encuentra todo lo que sentimos y se escapa de la mirada de otros, es tu luz que busca su lugar en el lecho querido.
ResponderEliminarMil besos y feliz noche
Eva Rocha