Soy un espíritu de luz
Soy un espíritu de luz,
que camina por las sombras de la noche,
palpitantes estrellas, abren su cáliz,
para gozar de mi luciente sensualidad.
Sus virginales formas, eclipsan
todos mis instintos,
sumergido en la ingravidez del deseo,
la tensión se balancea,
No puedo detenerme, ante criatura alguna,
aquella imponente luna, con halo de juventud,
en sueño la percibo, se hace más hermosa,
su primavera gozosa, su ardiente cuerpo,
me envuelve con astral anhelo,
un amor enloquecido,
pariendo universos, en pleno vuelo.
Al amanecer de cada día,
mi mente se evade a un paraíso perdido,
en lo más profundo de mi memoria,
no hay brotes verdes de olivo,
ni paloma que vuele por su cielo furtivo,
Los campos están sembrados de víboras,
que muerden y te amputan el cerebro,
con su letal veneno,
se nubla la vista y amaneces a ciegas.
Solo el néctar del recuerdo
hace que intuya y sienta,
que soy un espíritu de luz,
impregnado todavía de
una compleja esencia,
que me permite escuchar
cantos de sirenas.
Estrellas de océanos estelares,
etéreas realidades que desafían
al viento arrullador que parece reinar,
en las altas cumbres de la dicha,
atrás
queda la estela de una pesadilla.
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© RTPI – 16/2023/1053 |
Me ha gustado mucho tu poema. La pasión la esencia de tus versos con palabras que salen del alma.
ResponderEliminarUn beso
Olga Higueras