Escondida en
mi mente
Estoy
colocado y no es por el alcohol,
vuelvo
del amor, como bebedor exánime.
Siento
mi vida, con una ilusión incontrolada,
quizás
porque estoy ardiendo en tu fuego,
y
no me doy cuenta del volcánico impulso,
que
se esconde en tu íntimo infierno.
Respiro
y respiro, pensando en el delicioso
momento,
que estoy atravesando,
y
eso es para mí como tocar a gloria,
aunque
lleve consigo la pena de muerte.
Tengo
destrozada el alma,
en
ella palpita tú nombre,
un
flujo misterioso que el amor
ha
filtrado en mi memoria.
Ello
hace que la llama de aquel tiempo,
escondida
en mi mente,
resucite
y me ofrezca
tu
alegre luz más allá de la vida.
Mi
bella amiga, escondida en el sueño,
en
noches como esta, mi corazón late
para
ti, yo te quiero, tú me quieres,
y
las caderas de la noche, un desafío
penetrante
en continuo éxtasis.
Copyright © RTPI – 16/2024/2824
|
Muestras un sentir profundo, una pulsión amorosa arrebatadoramente romántica y poética, además de ser un bebedor exánime que encuentra la plenitud en las emociones que brotan del alma.
ResponderEliminarBesos
Olga Higueras
Como soy una romántica empedernida tu poema me pone y me ha hecho estremecer.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Ana Villanueva
Tu alma desnuda a tus versos me anuda con tanta claridad para destacar la pureza con que se escribe un poema.
ResponderEliminarTe felicito y te mando un abrazo
Laura