La inocencia hecha mujer En
aquel hermoso prado, cubrí
del todo tu cuerpo, y
tus labios no besados, susurraban
en silencio.
Tu
ardiente anatomía, suspiraba
entre mis dedos, tú
fingías que dormías, al
tiempo que desnudabas mis sueños.
Y
ahora qué? cuando
la imaginación, saborea
las mieles del amor, y
fecunda la pasión, hasta
desfallecer, que
nos queda por hacer?...
Nada,
solo el recuerdo: De
aquel aroma de placer, que
vistió mi carne con tu piel, y
hambrientos de pasión consumimos
el amor.
Hoy jubilosas, tañen las campanas, y
aunque me sienta triste y tu lejana, nunca
olvidaré, tu inocencia hecha mujer. Copyright © RTPI – 16/2022/3061
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sábado, 15 de julio de 2023
La inocencia hecha mujer
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