Esperando las olas que
danza sobre el ingente mar, para
elegir el horizonte de mi existencia,
Ella
estaba perdida, llevando a cuesta, espumeante
amargura, la
vida se rompe, cuando
tu corazón se vuelve atrás, y
al mar le entran ganas de llorar.
Nunca
pensé que se fuera, cogió
su alegre primavera, con
un ritmo ondulante, del
azul más bello.
Del
cielo cayeron gotas de lluvias sobre
su cuerpo de mujer, y
al despertar sentí su aroma perfumando
mis sentidos.
Falso
espejismo, el vértigo me ciega, la
sangre me late, el sol me quema, el
corazón golpea en la cárcel de mi pecho, necesito
volverla a ver.
Ola
tras ola van llegando con los brazos abiertos, otras
las esperan… solo
un naufragio no le permite llegar, una
lágrima rueda de mi mejilla.
En
el silencio escucho una voz que me dice: No
quiero perderte…, Por
mis brazos mojados arrulla
su canto indefinido, una
ola de llanto que besa la arena. Copyright © RTPI –M – 006470/2021 |
Un poema maravilloso pleno de pasión, con ese estilo tan personal que te define.
ResponderEliminarEnhorabuena
Eres una persona muy sensible y lo demuestras en cada post
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema.
Un abrazo