El panal

El panal

Tú eres el dulce panal,

que mi alma regenera,

y mi corazón espera,

que le dé la eternidad.

 

En ese panal de amores,

de sensaciones prohibidas,

esa miel de mil sabores,

me devuelve a la vida.

 

Allí acuden mis besos,

para hacer suyo el amor,

en su boca quedan presos.

dándole buqué de flor.

 

Hay un zángano que vuela,

anhelante de pasión,

a mi reina la desvela,

en plena fecundación.

 

Volamos en espiral

en mi vergel de colores,

como el oro del panal

son sus ojos, seductores.

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Cuando la imagino

Cuando la imagino

Cuando la imagino,

se viste el mar de blanca espuma,

una leve brisa me roza las manos,

me impregna su aroma, tan dulce

como el azahar de los naranjos,

 

¡Oh mar!!

ella vive en mí tan intensamente,

que veo a las olas,

ascender hasta mis labios,

para esculpir su nombre.

 

Siento también su oleaje,

dentro de un mar de recuerdos,

que salpican mi existencia,

con las aguas del pasado.

 

Intento proseguir pero no puedo,

sin hablar de su belleza,

esa belleza que agita los deseos,

un tormento ciego, sembrado de dicha.

 

Cada noche me despierto,

recordando a la mujer,

que voló de mi pensamiento,

 

una fuente inagotable,

para escribir estos versos,

salvados del naufragio de mi memoria.

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Donde el alma nos lleve

 

Donde el alma nos lleve

Allí donde se encienden las lunas,

donde las primaveras son eterna,

allí donde palpitan los besos,

y los pájaros cantan como ángeles.

 

Nadie habla del paraíso,

sabemos que es algo así,

como el origen de nuestra especie,

la patente de la vida,

edén reconvertido en residencia de almas.

 

Y la nada, ¿qué es?

la ausencia del cuerpo,

las cenizas del regreso,

allí está mi angustiada muerte, flotando, 

en una atmósfera de ingrávida soñolencia.

 

Aquí y allá, aparecen criaturas,

formas de carne y hueso,

impregnadas de tiempo,

esperando en los balcones de la madrugada.

 

Sueño con no morir…

fruto del sueño,

surgió una versión renovada del alma,

pregonando eternidad…,

 

Entrar allí,

en la institución del triángulo,

no quiero soñar siquiera,

sentirme de ti tan cerca,

en el pasadizo añil,

donde el amor se aposenta.

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Con el agua al cuello

Con el agua al cuello

El dolor había mordido su cuerpo, algo se le atraganta, tal vez un quejido, quería olvidarse del dolor, y en ese olvido, un grito de rebeldía, le hace tomar conciencia del momento, en que había llegado a ese estado, “te quiero le decía y escuchaba otras voces confesar, que su amor se deshacía”.

Saber que no te aman, produce un dolor insuperable, pese a la mutua atracción, un seísmo de profunda sinrazón, actuó como detonador de un cálido escalofrío, resignado logró amar a su sufrimiento.

Llora para sus adentros, cuando nadie lo ve, y finge estar contento. Un sueño ahogado penetra en el abismo de su lengua, sin que nadie lo empuje hacia el hueco que desgaja su corazón.

En el ocaso pervive sin guerras ni batallas, lejos de las inclemencias del tiempo, las fantasías logran aplacar su angustia y el ímpetu volvió a él una vez más.

Un hilo de cordura es el camino para desahogarse, con el deshielo en su cuerpo, entró el calor y le gustó tanto la sensación que simplemente se dejó llevar hacia océanos de primavera, ahora en su sangre bullen nuevos estío.

Un destello de vida entre las tinieblas de la madrugada, consiguió vaciar su mente, después un delirio intenso cargado de nostalgia que aún persevera.

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Descanso eterno

 

Descanso eterno

El perro y su dueño,

se quedaron como un tronco,

y echaron raíces en aquel lugar,

uniendo sus vidas para siempre,

con un lazo eterno,

cerrado como un sueño,

por la flor de la amistad.

Autor: Nico Pozón Requejo

Esclavo soy de mi mente

 

Esclavo soy de mi mente

Poderosa, mente,

tú que guías mi sentir

y mis ganas de vivir,

por los rincones del alma,

 

¿Porque borraste su nombre,

de aquellas dulces mañanas?

no hagas que me sienta esclavo,

del fuego de tus palabras.

 

Mi corazón es más dichoso,

cuando lucha, aunque herido,

marcando su palpitar,

con unos versos sencillos.

 

Has silenciado su nombre,

y me das por abatido,

esclavo soy de su amor,

un amor correspondido.

 

Miro la lluvia caer

y de tristeza me inunda

mi mente me dice adiós,

y el pensamiento se nubla.

 

Me evado de la memoria,

para vivir realidades,

que den cobijo a mis versos,

eclipsando sus maldades.

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Cuando su alma se desnuda

 

Cuando su alma se desnuda

 Cuando su alma se desnuda,

de la cúpula del cielo,

se descuelgan los ángeles,

 

cierro los ojos para escapar,

de los buitres que aletean,

entorno a su lecho.

 

Ya tienen lo que desean,

ese rostro angelical.

para vivir fantasías,

y su alma acariciar…

 

Mi mente se vuelve al día

que le di le primer beso,

susurrándome al oído,

la dicha no tiene precio.

 

Aquellos hermosos labios,

hicieron vibrar mi cuerpo,

al clavarle la mirada,

vi girar el universo.

 

Después voló,

como un alma solitaria,

hasta la cima del cielo,

con las pupilas absorta,

vi suspirar los jilgueros.

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Con el beso que soñamos

 

Con el beso que soñamos

Cuando pienso en ti, te tengo,

aunque sea como un milagro,

sin embargo aún me asusta,

que pongas en boca de otros,

aquel beso de tus labios.

 

Sé que ya ha pasado tiempo,

de aquel beso solitario,

y aunque larga es la ausencia,

tu fragancia está en mis labios.

 

Aquel beso que te di,

aún no puedo controlarlo,

me falta el aire y respiro,

y de repente, mis labios,

te besan, como nunca han besado.

 

Hoy he vuelto a soñar,

con el beso que soñamos,

la vida es un tierno beso,

que sucumbe a tus encantos,

y que me inunda de dicha.

con el placer de tus labios,

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