La novia judía Cuando visito un museo algunos cuadros me producen
inquietud, pero sin embargo no puedo
dejar de mirarlos. Hoy mientras miro el cuadro “la novia judía”, de
Rembrandt, la extraña postura de un hombre mayor que pone la mano sobre el
pecho de una bella joven, despierta en mí, la curiosidad por descubrir, el
misterio que lo envuelve. No sé por qué, un remolino de sensaciones me penetra,
y resurge con fuerza de un interior que ignoraba. La visión de la pareja me empuja hacia dentro,
para explorar sus relaciones en la penumbra del lienzo. El amor que manifiestan es tan conmovedor que no
se detiene ante obstáculos aparentes, sin embargo su amor provoca, confunde y
crea desconcierto al instante. Solo una imaginación tan innovadora, notablemente
viva e ingeniosa como la de Rembrandt puede llevarnos a descubrir la finalidad y el significado de
la pintura. Una misteriosa experiencia erótica, plasmada bajo
un cielo tenebroso, la energía que desprende ese extraño tocamiento, da la
sensación de transformar la vida de la imagen. Una última mirada para llevarme la esencia de ser
testigo de un hecho. Publicada en el la revista cultural LA TALEGA, nº 43 de
Agosto 2021 Autor: Nico Pozón Requejo |
Me siento atrapada por el análisis tan brillante que has realizado de la novia judía, pasión difuminada en sensibilidad y delicadeza.
ResponderEliminarMuy logrado
Un enorme abrazo
Marilú
Tus letras reflejan talento y una sutil elegancia para describirnos el misterio que envuelve ese tocamiento.
ResponderEliminarTe felicito has realizado un buen trabajo.
Te dejo un abrazo.