El círculo de fuego Liberado
del candado de nubes, el
círculo de fuego, arde en nuestro fuero interno, mientras
las cigarras emiten con fuerza, melódicas señales
de humo, invitando a un torbellino de febril estirpe,
a que arranque las sombras del amanecer.
La
lluvia abre sus pétalos azules, al
refulgir de llamas, las melodías se derraman, las
fiestas paganas destilan incienso, mientras los
peregrinos abrazan los vidrios con leve escalofrío.
Las
perseidas celebran sus fiestas por todo lo alto, su
lluvia de estrellas, son lágrimas de alegría para el
seco paladar, mientras el mercurio subido de tono, abanica
terrazas agónicas.
El
plomizo sueño se ahoga en el silencio, de
aquel despertar que derrite los cuerpos, mientras
los acentos, como lobos sedientos, asaltan
a las palabras húmedas.
Mi
mirada se pierde en el infinito de tus ojos, donde
una noche dibujé el amor, la
verdad es que no supe dar un paso al frente, o
un paso atrás… Noto
y siento como se intercalan los silencios, con
los último rayos de escasa luz. Nico
Pozón Requejo 13.08.2021
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El tórrido verano te lleva a escribir sentimientos que brotan del alma.
ResponderEliminarCon tus versos me elevo y disfruto de las fiestas de las perseidas algo tan maravilloso como el poema del que eres autor.
Un gran abrazo
Eva Rocha
Tu poema tan lleno de lucidez es un placer de leer, se siente y se disfruta viendo esa lluvia de versos, un volcán de sentimientos en un cálido verano que nunca olvidaré.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo
Tú poema me lleva a ese amor de adolescencia, en el que cada día maldecia por qué no anochecia antes para poder ocultar besos, caricias..... Un verano lleno de "descubrimientos"
ResponderEliminarAmigo Vicente, muchas gracias por pasar a leerme y dejarme tan hermosos pensamientos...La noche espera al amante sediento y el amor te eleva al firmamento y allí suspendido, el gozo es infinito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo