miércoles, 5 de mayo de 2021

Los rigores del tiempo

 


Los rigores del tiempo

Un día la vida prendió en mi corazón,

y me invitó a recorrer las calles,

que iluminan el universo.

 

En cada amanecer subía como una hiedra,

progresando en cada intento de interpretar la vida,

el gozo iba llenando mi mente ansiosa,

de rostros, de sonrisas, de colores,

que pintan el paisaje soñado.

 

Un encendido fervor recorría,

mi mente titilante, alumbrando,

una primavera eterna,

me entusiasmaban sus ojos,

bañados de un mágico candor.

 

Nada hay comparable

a un amor recién nacido,

que emerja de nuestra alma,

donde brotan los latidos

que cautivan las miradas.

 

Ayer llegó el otoño muy de mañana,

y por la tarde mi flor se marchitó,

sus párpados se mancharon,

de púrpura macilenta,

deshojándoles los huesos.

 

Ha pasado el tiempo,

y me digo, estoy como ayer,

solo las arrugas han salpicado mi piel.

 

Pero no hay que confiarse,

con los relajantes signos visuales,

hay tardes que avanzan por caminos,

donde las sombras pálidas se alargan

y sus contornos apagados derrumban al más pintado.

 

Los rigores del tiempo,

aún laten acompasados y fieros,

trepando por los años,

sus embate liberan mi alma,

y sin adivinarlo el horizonte se apaga,  

y soy hombre muerto. 

Copyright © RTPI 16/2020/1580


2 comentarios:

  1. La vida es como una enredadera va creciendo, creciendo, alumbrando una primavera eterna, pero no hay que confiarse porque temprano llega el otoño y la deshoja hasta los huesos.
    Mi abrazo

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  2. La vida es un regalo muy hermoso pero los rigores del tiempo pasan factura, duele sentir el crujir del cuerpo quebrándose.
    Felicidades y un abrazo
    Eva Rocha

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