La promesa incumplida le sorprendió al despertar, dijo que la llamaría, aunque fuera ese el final. La figura del espejo, le golpea el corazón, ahora que ya está tan lejos, le asalta la compasión. Cuando la necesitaba, y esperaba su calor, ella a él se entregaba como un regalo de Dios. Llega la noche y su ausencia le desgarra, le remuerde la conciencia, al “quejío” de una guitarra. Tal vez fuese, en aquel sueño lejano, donde morían sus besos allí le tendió la mano, al vuelo libre de un verso. No sabemos del dolor ni de angustias, ni arrebatos, tras el goce del amor, ¿por qué ese gesto afilado, del perfil de su retrato?. Copyright © RTPI 16/2020/1580
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Hermoso poema, sentimientos rotos, dolor, angustia… promesas tiradas al vacío que el corazón retrata.
ResponderEliminarUn placer saludarte
Tu poesía me ha gustado mucho, la verdad es que las promesas incumplidas son como la voz del eco, que huyen de las palabras, como las hojas de viento.
ResponderEliminarUn abrazo
Marilú