La Sirenita encantada Aquella
noche tan bella, cuando
iba a navegar, encontré
una botella, que
gritaba sin cesar.
Tengo
que tener espinas, me
rascan el paladar, se
me puso la piel de gallina, al
oír la botella hablar.
Al
bamboleo de las olas que van y vienen, la
princesa de los mares suspira que te suspira, ¿qué
fuerza a mí me retiene? que
mi corazón guerrero delira, por ti delira
Hablaba
y hablaba de su triste condena, qué
harías si te dijera, que
soy una bella sirena, con
tanto dolor, que ya nada espera.
Quién
eres tú, que
enciendes los rayos de mi juventud, me
cuesta creer, que mi corazón soñó, y
que el sueño se cumplió.
A
la botella la liberé del tapón, y
su alma voló junto a la mía, en
aquel nido de amor, se
desbordó la pasión, mientras
las almas dormían. Copyright © RTPI 16/2020/1580 |
Tus letras bordan los versos, y liberan a los seres, presos del tapón del universo.
ResponderEliminarFelices Reyes
Un abrazo
Eva Rocha
Hay noches que con el vaivén de las olas, la pasión se desata y el amor cumple su sueño.
ResponderEliminarTe felicito