Demonios de hielo Nadie los llama, acechan
en la sombra… su
escalofriante claridad es
la esencia viva de su mismo cuerpo.
Esas
siluetas tenebrosas, de
terribles alas negras, volando
por los pasillos de mi mente, mantienen
mi corazón como un volcán trepidante.
Demonios
de hielo, que
enlutan mi fría conciencia, en
la leve existencia del crepúsculo, abrazo
su frío costado, impotente y desolado.
Siento
como cala el frío, no
hay nada ni nadie que me saque de este invierno, mi
cuerpo se paraliza y los pensamientos vuelan, a
la nieve del recuerdo.
Comienzo
a desperezarme, empapado de sudor, los
otoños de mi mente, entristecen mi viejo rostro, una
silueta ardiente recorre mis espaldas, intentando
liberarme del eco, de la angustiosa soledad. Copyright © RTPI 16/2020/1580
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Me encantan tus inspiraciones y sobre todo como las llevas al papel. Esta poesía viene muy a cuento con la terrible FILOMENA, que primero nos ha cubierto de nieve y ahora nos quiere helar.
ResponderEliminarFelicidades y un fuerte abrazo
Tus poemas siempre despiertan mi admiración, hoy tus versos son de una escalofriante claridad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Eva Rocha