Aquellas sombras extrañas
Aquellas
sombras extrañas,
que
salpicaban el cielo,
eran
destellos de almas,
faros
de dicha y consuelo.
Se
consumía el crepúsculo.
entre
llamas escarlatas,
soñando
con almas dulces,
su
perfume me embriagaba.
Entonces
me hallé mirando,
aquellas
sombras extrañas,
las
que en el cielo palpitan,
porque
les quiebran las alas.
Hay
tal hechizo en sus formas,
que
los pensamientos hablan,
con
sus destellos de fuego,
y
de amores que no se apagan.
Sentí
frío, al ver la luna tan pálida,
quiso
jugar con el sol, cuando en el cielo,
era
reluciente madrugada, y las sombras
la
dejaron, de incertidumbres preñada.
Copyright © RTPI 16/2020/1580
Esa sensibilidad que llevas dentro de ti, la has sabido plasmar en tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Una belleza de poema, al más puro estilo bajo el hechizo de esa preñada luna.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Eva Rocha