Grité al cielo y no me oyó  
Grité
al cielo y no me oyó 
solo
el viento un mudo silencio, 
en
las noches azules, 
se
hace eco en el cristal. 
  
Volando
sobre un cúmulo de añoranzas, 
veo
a hombres sin palabras, 
que
han perdido el sentido común, 
mientras
el tiempo pasa. 
  
Abro
el lienzo de la aurora, 
y
aprecio el vacío de los pueblos, 
se
han quedado callados, 
sin
tierra y sin hombres. 
  
Bajo
la luna veo el cuerpo del mundo, 
la
belleza de un futuro imperfecto, 
de
sol breve y con profundas sombras, 
y
solo una farola alumbrando. 
  
Alzo
los ojos al cielo, 
para
que pare el reloj, 
el
tiempo se está agotando, 
y
el fantasma ya voló. 
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Un poema muy acertado,dice mucho de los tiempos en que vivimos.
ResponderEliminarTe felicito
Bello muy bello me has dejado sin palabras, me gusta esa fortaleza y seguridad que emana de tus versos… “Para que el cielo te escuche tienes que ganártelo”
ResponderEliminarFelicidades y un abrazo grande
Un poema muy singular, describe magistralmente el futuro que nos espera, pueblos vacíos, gobiernos sin luces y en el cielo nadie nos escucha.
ResponderEliminarSaludos, ha sido un gusto leerte.
un fuerte abrazo