Nací en
la alta cuna,
Del sol
naciente,
De baja
talla,
Mi
recipiente.
Noble era mi linaje,
Árbol libre y salvaje,
Hasta que menguó mi talla,
De tanto cortes y recortes,
Con la maldita cizalla.
Mis brazos por más que miro,
Retorcidos como un anacoreta,
No los estiro,
Soy como un bosque plantado en una maceta.
Mi cuidador el jardineo corta y recorta,
Día tras día, un hombre raro con sus manías,
Un escaleno guarda armonía,
Ese dibujo le reconforta.
Oigo voces detrás de mi espalda,
Hablan de miniaturas y de mi corta estatura,
De mi firmeza, estilo y gentileza,
De la buena esencia en frascos…,
Tener clemencia, mi sombra no os cobijará.
Copyright © 16/2013/4950
Nico ha sido un placer leerte. Real lo que dices del bonsái y su jardinero, además es un árbol que me atrae y me cautiva.
ResponderEliminarTu poesía espléndida y muy descriptiva.
Conozco bien al bonsái para mi tiene una gran belleza, hay que cuidarlo mucho y estar muy pendiente, luego a disfrutar, como de los versos de tu poesía que lo ensalza. Felicitación
ResponderEliminarNico, de todo corazón te digo: Que tus poemas están llenos de magia y son muy singulares, así es como yo los leo y los siento.
ResponderEliminarUn abrazo
me ha gustado mucho Nico mi poeta favorito.
ResponderEliminarMuy bien describes, en su conjunto, este arbolito, que tanta gracia nos hace y el que nos produce mucha ilusión tenerlo, en nuestras casas.
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