Va
propagando lamentos,
Va
retorciendo sus fibras,
Cuando
pasa el bosque vibra
Son
prisioneros del viento.
Arranca
el alma a la piedra,
Para
llevar sus fragmentos,
Surgen
figuras de arena,
Trepadoras
como hiedras,
Ciclopes
sin sangre en vena
Son
prisioneros del viento.
Vuelan
las hojas de otoño,
Arrastradas
por el viento,
Van
tristes y estropeadas,
Ya
no habrá mas tormento,
Es
el final de su vida,
Son
prisioneras del viento.
Convulso
esta el arquero,
Ronda
por su pensamiento,
Alcanzar
el paraíso,
Con
una flecha de acero,
Desvaneciendo
a los vientos.
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16/2013/1907
Belleza de poesía. Las buenas vibraciones que tenía fuera al regreso, se convierten en lamentos, somos prisioneros de todo, nos arrancan el alma y nos convertimos en figuras sin vida propia. Buscaré un arquero que me tire sus flechas y me haga feliz. No solo quería decirte lo mucho que me gustó, si no que me encantó.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Patricia
Quiero felicitarte, tienes poemas muy hermosos.
ResponderEliminarEste me gustó mucho.
Te mando muchos saludos y desde ahora estaré siempre siguiendo tus poemas.